«REYES O DIOSES, LA LINEA ES DEMASIADO FINA»
Luego de la destrucción completa de la Tierra, Lyanna y su pueblo viajaron por 125 años a través de las estrellas en sueño criogénico despertando con el regalo de una nueva oportunidad. Un lugar donde pue...
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— ¿A que te refieres de que no construirás la bomba?— Bellamy vio a Gabriel con hostilidad. Lyanna le puso una mano a su esposo en el hombro, tratando de calmarlo, aunque ahora ella estaba de vuelta, Bellamy había dejado a todos atrás para recuperarla, y entre esas personas se hallaba Rhaegar. No saber su paradero ni como estaba era cada segundo una horrible agonía para ambos padres.
— Liberándola en el agua causara que se nebulice en una concentración menor.— Gabriel respondió cansado mientras con guantes preparaba la dosis—. Provocara la evacuación sin inducir una psicosis masiva.
— En otras palabras nadie inocente va a morir— Etienne afirmó con una pequeña sonrisa aliviado que el pueblo de Sanctum no pagaría los pecados de sus gobernantes.
Lyanna se cruzo de brazos, meditando las palabras. No quería que ninguno de los civiles de Sanctum muriera claro, habían niños, bebes y familias que solo habían sido adoctrinados, victimas de un gobierno que los había reducido a ganado animal.
— ¿Cuanto tardaran en percatarse de que no hay eclipse?— Octavia preguntó.
— No lo suficiente.— Lyanna negó—. Necesitaremos estar dentro antes de que empiece para acabar con los otros, lo que significa...
— Lo que significa que el escudo tiene que estar abajo ante de que empiece.
Unos pasos hicieron que todos se quedaran callados, Nelson entró por una cortina de la carpa, una mano en su pistola con amenaza, viendo con curiosidad y algo de desconfianza lo que Gabriel estaba haciendo. El antiguo Prime se dio la vuelta para ver a uno de sus tan afamados hijos;
— ¿Nelson que haces aquí?— Gabriel lo vio extrañado recibiendo una mirada un poco hostil del hombre, todos en realidad recibiendo una fea mirada de Nelson a expresión de cierta joven—. Por favor déjanos a solas, estoy creando la bomba como lo prometí, no es necesario que nos vigiles.
Sin embargo Nelson alzo las ceja y no le dijo nada, solo le dio una mirada antes de quedarse viendo a Lyanna como su respuesta a pedir que se vaya, como esperando que la joven reina respondiera por él, cosa que hizo. Lyanna se dio la vuelta para ver a Gabriel, acercándose un poco mas a Nelson y poniéndole una mano en el brazo, con una amistosa sonrisa en sus labios.
— En realidad me gustaría que el se quedara, Gabriel— la reina afirmo.
Gabriel vio a Lyanna y luego a Octavia, todos entendiendo lo que esa mirada significaba. Que Nelson la mirara a ella en vez de obedecer a Gabriel, su tan supuesto líder. Pues Nelson ya no veía a Gabriel como un padre, como un líder, ahora su lealtad estaba dirigida al demonio que los primes no podrían quemar. Como en la naturaleza, los animales de manadas siempre seguían al mas fuerte, hasta que aparecía uno aun mejor y sus lealtades cambiaban.
Una pequeña sonrisa se formo en los labios de Bellamy al ver como su esposa ya tenia la lealtad de un hombre que hace unas horas estaba dispuesto a matarlos a todos, incluida a ella. Incluso Etienne alzo las cejas sorprendido por su sobrina-nieta.
