Mis ojos se abrieron lentamente, el sol de la tarde se colaba por toda la sala y... Un momento...
Yo no recordaba haber dormido en la sala, estoy bastante segura de que anoche dormí en mi habitación. Lentamente me fui levantando mientras trataba de recordar en qué momento de la noche había decidido dejar mi cama y preferido dormir en la sala.
— Por fin despertaste, es un alivio. No era nuestra intención asustarte de la forma en que lo hicimos.
Fue cuando escuché aquella voz a mi lado que los recuerdos de la mañana me golpearon. No dormí en la sala, había dormido en mi cama y para empeorar las cosas... Un grupo de hombres en trajes muy convincentes de Genshin Impact se habían colado a mi casa.
¿Lo peor? Pues, al parecer, seguían en mi casa.
Lentamente giré mi cabeza, mis ojos se encontraron con la cálida mirada dorada de Aether... Vaya, ni siquiera parecía que eso fueran lentes de contacto, era impresionante ver por mi misma un par de ojos dorados. Por su expresión parecía que estaba ¿Preocupado? ¿Por qué lo estaría? Ni siquiera nos conocemos.
Me llevé una mano a la cabeza, sentía los inicios de una jaqueca empezar a molestarme ¿Por qué esa gente seguía ahí? ¿Estaban esperando que despertara para matarme o algo así? ¡¿Por qué simplemente no tomaban lo poco de valor que tenía y se iban?! Ugh... Quería gritar, llorar y correr a las faldas de mi mamá. Sí, era una adulta en sus plenos veintitantos con ganas de correr donde mamá solo porque una situación en su vida la había rebasado.
— Tú... ¿Estuviste cuidando de mí todo este tiempo? — Fue lo primero que se me ocurrió preguntar.
Quizá era que aún tenía miedo pero... Mi voz se escuchó ligeramente más aguda que de costumbre. De cualquier manera, mi respuesta pareció gustarle al rubio a mi lado, pues la preocupación en su rostro se transformó rápidamente en una sonrisa.
— Si, aunque no todo el tiempo. El maestro Diluc, Thoma y yo decidimos tomar turnos para hacerlo. Después de todo, fuimos nosotros quienes te dimos ese susto en primer lugar... Lamento eso, creímos que era una lugar deshabitado. Por... Eh... El polvo y esas cosas.
Aether parecía avergonzado de admitir que había creído que la casa estaba deshabitada, quizá por temor a ofenderme. El cojín del sofa que antes había estado en mi cabeza se estrelló en el rostro del viajero aunque sin demasiada fuerza, una parte de mi sabía que Aether solo estaba diciendo lo obvio: Mi casa estaba vuelta un desastre. Pero otra se sentía profundamente ofendida de que alguien ajeno a mi madre se atreviera a insinuar que mi casa era un desastre, pese a saber que en efecto lo era. Cielos.
— ¡Lo siento, en verdad! E-es solo que el polvo y... — Pero el pobre chico no se atrevió a decir más, en mis manos ya estaba el cojín restante y estoy segura que mi mirada decía que el siguiente cojín contra su cara no sería tan suave como el anterior.
Una risita cerca de nosotros me hizo bajar mi "arma" y levantar la mirada hacia atrás de Aether. Recargado contra la pared estaba aquel chico vestido de Thoma, no me di cuenta en qué momento me prepare para atacar con el cojín hasta que Thoma levantó las manos en señal de rendición anticipada.
— Hey, calma, calma. No voy a lastimarte... O a insinuar que la casa está suc--
No, no le dejé terminar esa última palabra. Con molestia le arrojé el cojín con todas mis fuerzas y acabé dándole en toda la cara. Eso, al parecer, hizo reír a Aether.
— Me caían mejor cuando pensaba que me iban a robar y matar.
Hablé de nueva cuenta y esta vez, los dos hombres me miraron ofendidos. Bueno, Thoma únicamente ofendido y Aether era una extraña mezcla entre estar ofendido y estar alarmado.
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Y ahora... ¿Que hago? | Genshin Impact Fanfic |
FanfictionMelissa está apunto de volverse loca. Su normalidad se ha destrozado desde que nueve personajes de Genshin impact han invadido su mundo y, sobre todo, su casa. ¿Cómo puede una simple freelance lidiar con nueve héroes y ayudarlos a volver a casa? ¿y...