• DOCE

577 66 16
                                    

Un mes completo ha pasado desde que los chicos llegaron y, ciertamente, me siento ansiosa porque no parece que logremos llegar a ninguna conclusión relevante sobre cómo regresarlos a su mundo de origen, solo teorías que no hay manera de comprobar.

Logramos establecer una rutina y algunos de ellos me ayudan con las tareas del hogar.

Durante la primer semana en que ellos estuvieron aquí logré terminar el trabajo que tantos problemas me había causado, no fue mi mejor tiempo de entrega pero, en mi defensa, el cliente se pasó un poquito con los cambios. Para cuando terminé, no quería volver a saber de diseño de flyers en mi vida. Mis siguientes entregas fueron más llevaderas y los chicos parecían estar ahí­ para evitar que me metiera tanto en el trabajo como para olvidar que soy una persona que necesita hacer cosas como comer, beber o incluso dormir.

La primera vez fue Diluc quién me sorprendió a las cuatro de la mañana trabajando, me sacó de la silla contra mi voluntad y me llevó a mi habitación sobre uno de sus hombros. Lo peor es que en todo el trayecto desde la habitación donde estaba mi computadora hasta mi cuarto no pude evitar sentir que hacer eso era demasiado hipócrita por parte de Diluc ¡El tipo era básicamente el Batman de Genshin Impact! Y todos saben que Batman duerme dos o tres horas a la semana, no tenía derecho alguno a reprenderme por mis cuestionables hábitos nocturnos.

La siguiente ocasión vino por parte de Tignari, me dijo que el sonido del teclado fue lo que lo despertó. A diferencia de Diluc no me sacó a la fuerza, pero me lanzó esa mirada severa y esa sonrisa tan parecida a la de mi mamá que no pude evitar apagar todo, disculparme e ir a dormir.

El tercero en descubrirme trasnochando fue el trotamundos. Ciertamente, para ser alguien un poco más alto que yo, tenía demasiada fuerza pues me levantó con todo y silla pese a mis gritos y súplicas porque me bajara, súplicas que después se transformaron en un "no me tires, por favor no me tires" Obviamente, el escándalo terminó despertando a los demás. Claro, entre todos lograron que Wanderer me bajara al suelo... Pero casi al instante todos se unieron en mi contra debido a mis terribles hábitos de sueño. Fue a partir de ahí que comenzaron con esa rutina para ayudarme a sacar de vez en vez la cabeza del trabajo y se decidió que alguien me acompañara por las noches para evitar que me colara a hurtadillas a la habitacion del computador en un intento por trabajar horas extra, Alhaitham incluso me explicó la importancia de mantener un horario fijo de trabajo y de respetarlo.

De alguna manera, terminé sintiéndome como cuando vivía en casa de mis padres y mi mamá vigilaba que no me quedara en la computadora hasta altas horas de la noche. Especialmente cuando salí de la escuela y la tarea ya no era una excusa válida para trasnochar.

Fue así que el segundo mes comenzó y llegó con Lucy enviándome un mensaje a la hora del desayuno.

No tenía demasiadas ganas de responder, pero el mensaje me sorprendió mientras estaba respondiendo los mensajes de mi mamá y asegurándole que he estado comiendo bien, se hubiera visto un poco mal de mi parte que se viera la leyenda de que estoy en linea pero ni siquiera me digne a abrir el mensaje de Lucy.

«Estás lista? Este mes es la Otaku fest.»

Me quedé en blanco un momento mientras las mini yo que viven en mi cabeza intentaban desesperadamente encontrar información sobre el evento del que me estaban hablando. No hubo éxito, las oficinas dentro de mi cerebro seguro se estaban incendiando y las pequeñas Melissa ahora debían estar corriendo en círculos. Fue en ese momento que un segundo mensaje de Lucy me hizo aterrizar nuevamente a la realidad.

«¿Aún necesitas a alguien que te acompañe mientras vendes en tu puesto?👉👈»

Puesto... Acompañar...

Y ahora... ¿Que hago? | Genshin Impact Fanfic |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora