•CINCO•

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La visita de mi hermano mayor había sido... Buena.

Es decir, a diferencia de ocasiones anteriores, no se había detenido a darme un sermón de que no podía depender de nuestros padres incluso cuando yo ya no vivía donde ellos. Me entregó de mala manera las bolsas con comestibles que mi madre le había dado para mí. Le agradecí en voz baja, eso lo hizo suspirar con algo de frustración antes de que se decidiera a revolver mi cabello.

— No puedo juzgarte tan duramente... ¿Recuerdas cuando yo me fui de casa?

Cuando dijo aquello, los flashbacks de esos días llegaron a mí mente. Mamá, siendo como es ella, pasaría toda una semana diciendo "¿Estará bien mi hijo? ¿Estará comiendo?" Antes de enviarnos a papá y a mi con un cargamento de despensa para mí hermano. Estoy casi segura de que hace lo mismo ahora, solo que ahora envía a mi hermano, quizá porque el camino a la escuela de mis sobrinas lo obliga a pasar sí o sí cerca de mi casa.

— Sí, lo recuerdo. Todo el tiempo ella se preguntaba si estabas comiendo bien, si tenías comida y cuando pasaba una semana exacta ¡Pum! Nos mandaba a dejarte despensa... Parece ser algo típico de nuestra madre.

Le respondí con una sonrisa y él volvió a revolverme el cabello.

— Es una mamá, está en su naturaleza preocuparse. Solo... Intenta llamarla con más regularidad, ella se tranquilizaría y estoy seguro que a ti te vendría bien sacar la cabeza del trabajo de vez en cuando.

Cuando dijo eso último, una risa nerviosa escapó de mi persona. Mi hermano sabe mejor que nadie las tendencias insanas que tengo con el trabajo y, lógicamente, no las ve correctas. Nunca desaprovecha las oportunidades que tiene para intentar hacerme levantar más seguido el trasero de mi silla de oficina. A veces incluso llegando a ir tan lejos como traer a mis sobrinas con la intención de invitarme a salir con él y su familia... Bastardo inteligente, sabe que jamás le negaría nada a sus hijas.

Hablando de eso... Me sorprende que no haya traído a las niñas. Parpadee un par de veces y miré al rededor intentando buscar algún rastro que me indicara que las niñas están cerca y, sí, cuando miré el lugar donde mi hermano había estacionado su auto, dos pares de ojitos color miel me regresaron la mirada. Mis sobrinas, dos niñas de ocho y cinco años respectivamente me sonrieron y saludaron de manera animada, yo les regresé el saludo.

— Oh, hoy no las dejaste bajar ¿Las llevarás a algún lado?

Pregunté y él solo se rió.

— Al dentista, pero si las dejaba bajar ya no querrían irse y eso haría que me las tenga que llevar llorando.

Oh, eso lo explicaba todo. Yo asentí con la cabeza y me reí también, aunque más que nada mi risa fue a qué esa visita empezó con él entregándome algo de mala gana y ahora estábamos riéndonos a costa de mis pobres sobrinas y su ignorancia de que irían al dentista.

— La próxima ocasión las traeré con más tiempo para que puedas jugar con ellas.

Cuando dijo eso, se alejó y susurré un suave "está bien". Miré como su auto se perdía lentamente, escuché a las niñas despedirse a gritos de mi, prometiendo venir pronto... Y entonces la realidad sobre mi situación me golpeó con fuerza: Tengo a nueve personajes ficticios en mi casa.

Nueve personajes de los cuales, varios seguramente han asesinado a alguien en algún momento de su existencia. Ni loca podía dejar que las niñas vinieran de visita en este momento. Era peligroso y aunque seguramente algunos de ellos saben tratar correctamente a un niño pequeño, prefiero evitar cualquier accidente o hacer cualquier cosa que pueda preocupar innecesariamente a mi familia y amigos. Estoy consciente de que dentro del gran abanico de posibilidades, esto pudo haber sido peor de lo que es actualmente. En lugar de los héroes pudieron haber venido villanos. En los hilos de Twitter había leído sobre la trama de Sumeru y lo maniático y aterrador que era el doctor, la idea de tenerlo en lugar de a los demás me hizo estremecer, luego pensé que en vez de humanos pudieron ser los heraldos del abismo, me habrían matado apenas cruce miradas con ellos... De todas las posibilidades, no recibí la peor. Quizá una difícil, pero no la más jodida y eso era lo que importaba. Tenerlos conmigo no me iba a matar inmediatamente.

Y ahora... ¿Que hago? | Genshin Impact Fanfic |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora