ꜱɪꜰʀɪɴᴏꜱノhyung line

𝟏𝟎. 𝐂𝐚𝐟𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐛𝐫𝐨𝐥𝐥𝐨𝐬

Suspiró cansado. —Coño, Daniela...

—Déjame quieta, chico, me da pena con ustedes. Pásame ese plato ahí.

La señora Tatiana y Jake estuvieron toda la cena diciéndole que no hacía falta que lavara los corotos o hiciera algo pero esa carajita no se puede quedar quieta, menos cuando está en casa ajena y la atendieron sin ella llevar algo.

Mínimo tenía que lavar los platos pa' ajá.

Y no se puso a pasar lampazo porque Jake Enrique fue más rápido y lo escondió en el cuarto de limpieza.

Iba a seguir de ladilla diciéndole que no hacía falta que lavara nada hasta que su teléfono lo interrumpió con una llamada.

—Anda a atender pa' ver si así me dejas tranquila. —lo empujó con la cadera.

Jake rió y le dio un beso en la cabeza antes de alejarse para ir a contestarle a Jay.

Ella siguió tranquilita lavando ese desastre, cantando por lo bajo una canción de Guaco feliz de la vida con la corotera en el lavaplatos. Pero ella es medio loca entonces es feliz lavando platos, ese es su lugar seguro dijeras tú.

—Ay, mami, no hacía falta que lavaras eso. —dijo Tatiana al entrar a la cocina.

—Si hace falta, me daba pena dejar todo esto así y mire que no me puse a limpiarle la casa porque Jake me escondió todo.

La mamá del carajito negó riéndose.

Le gustaba Daniela desde que su retoño le empezó a contar de ella. Por lo que le decía dedujo que era arrecha, terca, buena gente, buena amiga, pana y un amorcito de persona cuando no andaba molesta y lo confirmó desde que la vio entrar por esa puerta. Chiquitica y cuchi con las mejillas rojas como la boina de nuestro comandante, demasiado penosa y pegada como el propio chicle a Jake.

De paso inteligente y buena conversadora, la pasó divino en la cena por eso.

Tatiana Gómez taba era planeando la boda de esos dos.

—¿Dónde está Enrique? Te dejó sola con este reguero. —se paró a su lado queriéndola ayudar pero Valentina no la dejó.

—Debe estar en la sala o afuera hablando por teléfono y no lo regañe que fui yo la que se le escapó para limpiar. —le sonrió cuchi, inocente pa' comprarla.

Expropió a la señora más bien.

—¿Qué tal te llevas con él? Pregunto porque hay veces que ni siquiera yo lo aguanto, no me imagino tú.

Rieron. —Me llevo muy bien con él, sí hay momentos donde quiero pegarle pero es de a raticos. Jake es increíble, muy bueno conmigo y mis amigas, es... es muy lindo. Me llevo demasiado bien con él, ahora que lo pienso.

Ta raro eso, mi loca.

Y Tatiana y yo tamos en sincronía porque pensamos lo mismo.

—Él no para de hablar de ti, así sea decirme que te vio un minuto pero habla siempre de ti. —apretó la jeta pa' no sonreír. —De hecho yo le dije que te trajera a comer, quería conocerte y ver por qué mi hijo andaba en las nubes y ya entiendo ese por qué.

La boina del comandante quedó loca al lado de Daniela.

—Entonces se confabularon para traerme aquí. —Tatiana rió. —Jake me dijo que quería hablar conmigo, la invitación de repente me pareció rara pero acepté porque me gusta pasar tiempo con él. —esa boda iba a quedar pero bella. —Muchas gracias por haberme invitado. —le sonrió hasta que los ojitos se le cerraron, más linda imposible.