25. Toddy con amor, queso y crisis

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—¡Dame acá chico!

Heeseung alzó más el teléfono y ahí Daniela dejó de intentar alcanzarlo. —¡Mira lo bella que te veías en uniforme!

Ella pensaba que él se estaba burlando de su look fashion con el uniforme del colegio Los Robles, la verdad es que Alejandro lo que estaba era muriéndose de la ternura por ver a una Daniela chiquita vestida con la chemise azul y beige. Más cuchi y preciosa se veía.

—¡Añomio mírala aquí con dos colitas y con su chemise beige! —se rió un poquito más fuerte y con un movimiento y maraña extraña, se pasó la foto a su wasa. —La voy a poner de fondo de pantalla.

—Heeseung, dame mi teléfono coño e su madre.

Yastaba harta de que viera su pasado oscuro.

—Te lo doy si me das un beso. —puso las manos detrás de su espalda y se agachó hasta quedar a la altura de su amor.

La caraja quedó timbrada a lo que tuvo esa cara tan divina frente a frente. El coco como que le hacía cortocircuito cada vez que el venecoreano se ponía tan cerca, su central de corpoelec se apagaba y no podía funcionar como era, se quedaba como boba viendo al coñito e madre que sabía perfectamente lo que estaba haciendo.

La sonrisa de lao lo decía, se dio cuenta de lo boba que ponía a Daniela.

—¿Que fue, mami? ¿Y mi beso donde está pues? O es que te pusiste nerviosa. —se rió, acercándose más.

Ahí Valentina reaccionó y lo empujó chasqueando la lengua. —Deja tu guebonada y dame el teléfono.

Alejandro no se iba a quedar con esa por lo que alzó a la chamita Ponce y le zampó sendo beso que la dejó loca. —Así es que me gustáis oíste, odiosa y malasangre.

Daniela apretó la jeta pa' no sonreír. —¿Si? Fino, me alegra, ahora bájame.

—Vergación carajita, lo enamorado que me tienes. —la sentó en la isla de la cocina y le robó otro beso. —Qué mal que no estudié en Los Robles, te habría caído desde el día uno hasta que me pararas bola.

—¿Vos? ¿Caerme? Pero cómo si eras un chamito penoso con dos metras en vez de ojos que hacía jeta de pato en las fotos. —Heeseung lloriqueó y escondió la cara en el cuello de Dani mientras ella se reía. —¡Eras tan cuchi! Dios mío qué le pasó a ese niño. Sunghoon me pasó como mil fotos tuyas de esos años, estabas tan lindo.

—Ay verga, ¿ahora te gusta más ese carajito caído de la mata que yo?

Valentina se rió enternecida pasándole las uñas por la espalda, Heeseung de verguita no se duerme con las caricias. —Me gustáis vos, me habría gustado el Heeseung liceísta y me gusta el Heeseung que tengo abrazado a punto de dormirse. Me gustáis vos en general, me encantas.

Alejandro quiso ir a esconderse de la pena y por lo calientes que tenía los cachetes. —Daniela ya o me voy a mariquear.

Le logró medio ver la cara y el corazón chavista y marico le dio vuelticas. —Ay pero si mi amor tiene los cacheticos rojitooos, añomio mi bebé que le dio pena, mi cosito chiquitico penoso.

—¡Daniela! —exclamó el carajito varilla que ahora estaba más marico que nada.

—¡Perdón! Pero es que vos sois muy lindo, muy adorable, veni que te doy un beso. —le agarró la cara y le dio varios piquitos que pusieron a Alejandro mas feliz de lo que estaba.

Después de hablar un rato y quedarse acostados sin hacer nada, el sueño no le llegó a ninguno de los dos así que se fueron a la cocina a mariquear básicamente. Estuvieron otro raaaato hablando de cuando estaban en el liceo, cómo eran, cómo conocieron a sus panas y vergas así hasta que llegó el momento de mostrarse fotos de cuando eran liceístas.

ꜱɪꜰʀɪɴᴏꜱノhyung lineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora