𝟏𝟑. 𝐅𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞𝐬𝐮𝐚𝐬

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—¡Mi mamá hermosa, ya llegué!

Cerró la puerta y dejó las llaves donde mismo. La señora Alexandra no le contestó el saludo a su retoño lo que la extrañó porque era obvio que estaba en la casa, ya era su hora de llegada y de paso olía a comida.

Hay verguero, coño e su madre.

De la cocina salió su mamá, con una cara de arrechera increíble, Daniela nunca había visto a su mamá así de molesta y ahora estaba cagaisima.

—¿Por qué estás con esa cara, mami? ¿Qué pasó?

—Sentate que tenemos que hablar, Valentina.

Cuando la llama por su segundo nombre es qué hay disturbios y de los graves. Mi loca empiécele a pedir ayuda a su Chinita.

Dani se sentó donde le dijo su patrona, frente a ella en el comedor y dejó su bolso en el piso pensando en todas las cosas que hizo desde que tenía cinco años hasta ahora pa' ver en qué la cagó.

—Ayer me prestaste tu teléfono para llamar porque yo no tenía saldo, ¿te acuerdas? —Dani asintió. —En ese rato que me lo dejaste te llegó un correo de la universidad, decía que era urgente que lo leyeras y contestaras entonces te lo iba a llevar hasta que seguí leyendo. ¿Me podéis explicar cómo es eso de que puede que te quiten la beca por un altercado que tuviste? Y perdón por haberme metido sin permiso a leer cosas tuyas pero Daniela te van a quitar la beca, ¡te van a quitar la beca, Valentina! ¿¡Qué coño pasó!?

—Mami, tranquila, por favor ¿si? Ya arreglé ese problema pero necesito que te calmes para explicarte, por favor. —su mamá respiró hondo buscando la paz y la tranquilidad dentro de ella. Estuvieron un ratico en silencio en lo que Alexandra se calmaba hasta que le dijo que hablara. —Primero que todo, perdón por no haberte dicho antes esto mami pero no quería que te preocuparas por algo que yo podía manejar sola. Lo qué sucedió fue que una que estudia conmigo estuvo desde el año pasado jodiendome la vida, me insultaba demasiado, me llegó a pegar, me criticaba la ropa y me hacía menos por no tener plata y cosas así, también lo hacía con otras personas pero más conmigo y no se por qué. Un día me harté y le grité, le pegué y la tiré al piso y le dije que podía ir a reportar lo que le hice pero que yo la iba a golpear después. De ahí hasta ahora no había pasado nada, pensé que lo que le dije sirvió pero el jueves me llamaron a la oficina de la decana de mi facultad por ese peo. Hoy se iba a resolver eso y me iba a dar mi castigo, ella tiene influencias en URBE entonces logró que estuvieran a punto de quitarme la beca cuando en realidad tuvo que ser otro tipo de amonestación.

Ahora su mamá estaba molesta pero con la malparia esa.

—¿Y hoy qué pasó? ¿Te la quitaron?

Negó, sonriendo marica. —Heeseung y Jake me ayudaron a que no pasara. Los dos investigaron a la coña esa y descubrieron demasiadas cosas de ella y junto con el papá de Heeseung que no sé qué es de Belloso, hablaron con él y con la decana y le expusieron todo eso y no me hicieron nada, toda la mierda le cayó a ella.

La señora Alexandra se paró y fue a abrazar a su hija, así fuertecito y con un poco de tristeza porque se dio cuenta de lo mucho que debe cargar Daniela en silencio, y no se los dice para no preocuparlos ni angustiarlos.

—Perdón por no estar contigo en momentos difíciles, mi chiquita, perdóname por no estar más presente en tu vida.

—Mami, ¿cómo vas a disculparte por eso si gracias a ti y a mi papá es que pude? —le sonrió a su mai cuando se separaron. —Aguanté y soporté eso gracias a ustedes y por ustedes. Son los mejores padres del mundo, mami, has hecho todo bien y en ningún momento has fallado y papi tampoco. Están más que presentes.

ꜱɪꜰʀɪɴᴏꜱノhyung lineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora