Breaking the Rules || RubegettaAU (Omegaverse)

Capítulo 5

— ¡Veg, mira lo que hice! ¡Somos nosotros!.

El contrario tenía en sus manos un dibujo hecho por él mismo. Solo eran figuras juntas, pero era el dibujo más bonito que el pequeño Lobo había visto, solo por ser de su mejor amigo.

— Es un dibujo muy bonito.. — dijo el Lobo con una sonrisa, sin dejar de mirar el dibujo.

— ¡Es para ti!

El pequeño Lobo agradeció mientras tomaba el dibujo, su sonrisa ensanchándose.

— ¡Lo guardaré muy bien, lo prometo!

— ¡Eso espero!. Me costó mucho hacerlo..

— Vegetta, ya es hora de irnos.. — apareció Merlon. Vegetta asintió para luego despedirse con la mano del otro niño.

En el camino, Vegetta se encontraba caminando al lado de su tío. No le prestaban atención ya que su tío se encontraba charlando con otros Lobos adultos, así que Vegetta volvió a mirar el dibujo que le habían regalado. Una tierna sonrisa apareció en su rostro...

— ¿Qué es eso, Vegetta?... — preguntó su tío.

— Es un dibujo que me hizo Rubius...

— Es un dibujo muy bonito. Deberías hacerle uno también, como agradecimiento...

El Lobo asintió emocionado. Apenas llegó a su habitación guardó el dibujo junto a los demás regalos que le daba su amigo, y al instante se puso a hacer uno también...

Al despertar, no tardó ni dos segundos antes de ir al cajón que había visto en sus sueños. Sabía que no estaba, pero aun así se dispuso a buscar, nada. Así que hizo lo que creía que era más razonable, buscar por toda su habitación, no dejó ni una parte sin revisar...

Su búsqueda se detuvo cuando alguien tocó la puerta de su habitación. Al abrir, Luzu miró sorprendido por como toda la habitación estaba patas abajo...

— ¿Trataron de asesinarte en tu propia habitación?...

— Busco algo...

Vegetta dejó pasar al tigre, quien siguió mirando asombrado todo el desastre.

— ¿Qué es aquello que buscas?. Debe ser muy importante, porque tú nunca desordenarías todo...

— Soñé con él de nuevo. Me regalaba un dibujo y lo guardaba en un cajón de aquí, no lo encontré así que decidí buscar en cada rincón de mi habitación. No lo encontré por ningún lado...

— Tal vez lo tiraste, o alguien lo tiró por error...

— Le había prometido que lo guardaría. Ni siquiera encontré los otros regalos que estaban en ese cajón, como si hubieran desaparecido todos.. — Luzu no dijo nada, no sabía que decir. Vegetta comenzó a desilusionarse — Luzu.. ¿Crees que aquel niño realmente no existe y que solo es producto de mi imaginación?...

— No lo creo — admitió Luzu — Vegetta, siento que hay algo extraño. No se qué, pero de que algo no cuadra, no cuadra...