Capítulo 16

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Rubius despertó sintiendo mucho calor, parecía que el efecto del té había desaparecido. Abrió los ojos viendo a su pareja a su derecha, mirándolo con una suave sonrisa. Vegetta solo llevaba una bata, al igual que él, al parecer se había duchado y también lo había duchado a él, amaba a su novio.

— Veg...

— Despertaste, ¿Quieres beber el té de nuevo? — preguntó el Lobo comenzando a acariciar el cabello del Oso.

Rubius tomó a Vegetta de su bata y lo acercó a él, comenzó a besar sus labios al tiempo que movía su rodilla y lo frotaba con el miembro del contrario. Un leve gruñido salió de los labios del Lobo, haciendo sonreír al Oso.

— ¿Esto responde tu pregunta?.

— Sí.

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Vegetta se movió hasta estar a horcajadas entre las piernas de Rubius, se sentía ya bastante exitado con solo la pequeña estimulación que recibió hace un momento y las feromonas de su pareja, pero aún así se sentía nervioso. Rubius, al ver la leve duda en su pareja, envolvió sus brazos al rededor del cuello del Lobo e inició un suave beso.

— No hay nada de qué preocuparse. Será perfecto de todas formas, porque es contigo... —susurró el Oso sobre los labios del contrario.

El Lobo esbozó una suave sonrisa antes de besar la nariz del Oso y mirarlo fijamente a los ojos.

— Te amo...

Vegetta volvió a los labios del contrario, comenzando con un beso tranquilo al tiempo que quitaba lentamente la bata del Oso. Rubius en cambio, se sentía demasiado caliente como para ir lento, así que no dudó en invadir la boca del Lobo con su lengua al tiempo que trataba desesperadamente de quitarle la bata a su pareja.

Vegetta sintió la desesperación del contrario en el beso, así que decidió ayudar a su pareja quitándose a sí mismo la bata y luego terminando de quitársela a su pareja también. Se separaron por falta de aire, un hilo de saliva conectando a ambos.

Rubius, entre jadeos, comenzó a frotarse descaradamente contra el muslo derecho del Alfa, dejando un rastro del flujo del Omega en ella.

— Mierda. Alfa, estoy tan mojado ahí abajo y todo es tu culpa, ¡Será mejor que te hagas responsable! — comenzó a parlotear el Oso, quien comenzaba a perderse en el calor de su celo.

Aquellas palabras llegaron justo a la polla del contrario, cuyos ojos se dilataron al instante. Con bastante fuerza tomó la cadera del Oso con ambas manos y comenzó a frotar su falo contra el orificio del Omega, provocando lascivos gemidos a éste.

— ¿Es mi culpa que mi Omega esté así? — preguntó el Alfa con voz ronca justo al lado del oído del Oso, quien en respuesta no pudo evitar estremecerse.

— ¡Sí!.

— ¿Debería hacerme responsable? — volvió a preguntar el Lobo al tiempo que pasaba su caliente lengua sobre la glándula de olor del cuello del Omega.

— ¡Joder, sí! — respondió el Oso antes de morderse los nudillos de su mano izquierda tratando de retener un gran gemido.

Con las palabras de su Alfa y su celo, sentía que se podría correr solo con que el Lobo volviera a pasar su lengua por su glándula de olor.

Breaking the Rules || RubegettaAU (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora