Breaking the Rules || RubegettaAU (Omegaverse)

Capítulo 17

— Muchas gracias por habernos permitido pasar algunos días aquí, y disculpe todas las molestias — dijo Vegetta con una reverencia, Rubius haciendo lo mismo.

— Oh, no se preocupen por eso. He enviado una carta al clan de Lobos informando que su líder pasaría unos días aquí por asuntos que debíamos hablar. También le pedí la humilde ayuda al heredero del clan de Patos, solo una más de todas las mentiras que le has dicho a tu primo.. — lo último lo dijo mirando al Oso con inocencia, aunque era bastante obvio que se estaba burlando de él.

— ¡Seguro, muchas gracias, Sapo! — respondió el Oso con orgullo. Que tenga habilidad para mentir era un logro para éste.

— Una vez más, tengo que agradecer por la ayuda..

— Seguro. Pero antes de que se marchen, me gustaría decirles que tengan cuidado con informar a otras personas sobre ustedes...

— Seguro — dijo Vegetta. Sabía que se lo estaba diciendo a él, y eso lo inquietaba un poco.

— Oh, también esto — dos goblins se acercaron con una gran caja cada uno y se lo extendieron a ambos híbridos — Hay nuevas pociones que he estado haciendo. La primera crea una barrera de invisibilidad al rededor de cien metros, y la segunda bloquea el sonido dentro de la barrera. Ambas son pociones arrojadizas, no necesitan beberlo.

— Wow, realmente tienes habilidad para crear pociones, ¿No tendrás una que caliente el agua en segundos?, ¿O tal vez una que genere fuego al instante? — preguntó el Oso con bastante curiosidad.

— No, pero tengo que admitir que son muy buenas ideas, comenzaré a ponerlo en práctica.

— Señor, ¿Por qué nos da todo esto? — preguntó Vegetta.

— Bueno, solo son prototipos, necesito que alguien las pruebe. Hay bastantes de cada una, pero deben utilizarlas con sabiduría — respondió el Chamán.

Por supuesto que no eran prototipos, anoche tuvo una visión de lo que pasaría en unas semanas, y aunque no podía alterar demasiado el curso, podía darles una pequeña ayudita, después de todo, los Dioses le dieron ese don por una razón.

— ¡No pienso ser tu ratón de laboratorio!, ¡Olvídalo! — el Oso estaba por devolver la caja, pero su pareja lo detuvo.

— Rub, creo que está bien. Podemos darle varios usos... — habló el lobo con una sonrisa. Rubius miró como la sonrisa de su pareja vacilaba un poco, Vegetta sabía algo, él confiaba en su pareja, si no se lo decía era por una buena razón.

— De acuerdo... ¡Pero que sepas, Sapo, que esto lo hago por mi novio, no por ti!.

— Seguro, seguro. Ahora, váyanse de aquí antes de que se haga muy tarde. Al cruzar el portal habrá dos caballos esperándolos, y no se preocupen por ellos, saben volver solos, yo los he entrenado después de todo.

— Muchas gracias, Señor... — dijo Vegetta.

Ambos hicieron una última reverencia antes de voltearse y dirigirse al portal.

— Dioses, por favor no sean muy crueles con ellos.. — murmuró el Chamán mirando al cielo antes de girar y entrar de nuevo a su fábrica.