Capítulo 7

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Madrugar nunca fue lo suyo, pero si se trataba de hacer cosas que no se lo permitirían estaba dispuesto a hacerlo.

Aún no era hora de que él se levantara a encargarse de los papeleos. Así que cuando su primo ingresó a su habitación él seguía profundamente "dormido". Al asegurarse de que no volvería preparó lo esencial y lo guardó en su mochila para luego escabullirse y esconderse dentro del carro de los equipajes. No sabía por qué Mangel necesitaba tantas cosas para un viaje que tomaría como máximo 2 días, pero estaba agradecido...

Una vez comenzó a sentir que el carro se movía su cuerpo comenzó a angustiarse un poco. Lo que estaba haciendo era sumamente peligroso, ¡Oficialmente iba a ingresar al territorio de los Lobos!. Si aquel anciano lo llegara a ver... está completamente seguro de que no saldría vivo como hace veinte años...

Su cuerpo comenzó a relajarse luego de un rato. El movimiento leve del carro y los murmullos de algunos guardias que estaban acompañando a su primo comenzó a aburrirlo, sin darse cuenta ya se había quedado dormido...

Despertó cuando el carro se detuvo abruptamente. Se movió un poco para tener una mejor vista, su cuerpo se tensó ante lo que estaba viendo.

La entrada del territorio de Lobos estaba llena de guardias. Algunos de ellos vigilaban al rededor, mientras que otros...

— Bienvenido, líder del clan de Osos. Tenemos una orden de revisar las pertenencias antes de que puedan ingresar al territorio. Es por seguridad...

— Seguro, mis pertenencias están en el carro de atrás.

Era el fin, definitivamente era el fin de aquel Oso de ojos esmeralda. Era una lástima, al final no pudo confesarle sus sentimientos al amor de su vida, tampoco pudo cumplir su sueño de tener hijos con él. Nunca le confesó a Quackity que fue él quien le llenó de agua su habitación cuando se enojó con él porque pensó que tenía otro mejor amigo. Tampoco le confesó a Lolito que Mangel nunca le pidió que limpiara su habitación...

Cuando la luz ingresó al carro no pudo evitar entrar en pánico. Si descubrían que estaba ahí...

— No hace falta que revises sus cosas, simplemente déjalos pasar.

— Pero líder del clan, está fue la orden dicha por el señor Merlon...

— ¿Él personalmente dió la orden?..

— No, pero-...

— Esta es mi orden. Deja pasar a todos los líderes, no los hagan sentirse incómodos...

— Sí señor, en este caso, seguiré vigilando al rededor.

— No hacía falta, no tengo nada que ocultar después de todo.

— Lo sé, por eso mismo no era necesario revisar sus pertenencias. Uno de mis guardias lo guiará a su habitación, espero pueda descansar adecuadamente antes de la reunión...

— Seguro. Gracias, líder de Lobos...

El carro comenzó a moverse de nuevo y Rubius no pudo estar más aliviado que nunca.

Vegetta lo había salvado, ¿Se había dado cuenta de que él estaba allí?, ¡Imposible! Nadie lo había notado, así que probablemente fue solo una coincidencia. Pero aún así su corazón no podía dejar de saltar de felicidad...

Breaking the Rules || RubegettaAU (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora