Un psicólogo de renombre con un profesionalismo indiscutible, ha dedicado años a su carrera, buscando siempre una vida mejor para él y su familia. Sin embargo, se encuentra en una encrucijada inesperada. Lucha contra intensos deseos sexuales que ame...
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El flujo de emociones dentro de él era abrumador. Se sentía molesto consigo mismo, sintiendo una mezcla de amor, añoranza y frustración que se agolpaban en su interior. Quería decirle que ella no era una carga para nadie, especialmente para él. Quería expresar cuánto la había extrañado en cada visita a su despacho, cuánto anhelaba compartir comidas mientras escuchaba sus problemas, y cuánto extrañaba cada momento que pasaban juntos. Sin embargo, sabía que no era el momento adecuado para hacerlo. Se daba cuenta de que estaba actuando de manera incorrecta.
Pero entonces, las últimas palabras pronunciadas por la mujer fueron como un desencadenante para su impulsividad. Sin poder contenerse, su mano se deslizó hacia la nuca de la joven, mientras la otra acariciaba su mejilla. La acercó a su cuerpo y, en un acto impulsivo, estampó sus labios contra los de ella en un beso brusco y apasionado.
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Sentía que no lograba comprender del todo lo que acababa de suceder. Mis labios seguían ligeramente entreabiertos en forma de piquito, mientras observaba al hombre frente a mí con asombro. Parecía que él también se sorprendía por sus propias acciones y no podía creer lo que acababa de hacer. Lo miré con mis ojos bien abiertos, tratando de procesar lo ocurrido y buscando alguna señal de explicación en su expresión.
—¿Min Jun?
Rápidamente giré la cabeza a la derecha y me di cuenta de que hay un chico rubio guapo observándome con una expresión de confusión y sorpresa. No podía evitar notar que su mirada se dirigía principalmente hacia el terapeuta que aún se encontraba parado frente a mí.
—H-hyun Jin, ¿qué haces aquí?
—Tu mamá me pidió que pasara por ti, pero veo que llegué un poc...—lo calle de inmediato.
—¡Vámonos entonces! Adiós, señor Bang—me despedí de Chan, haciendo una reverencia, para después salir corriendo a Hyun Jin—. ¡Ven!