Capítulo 18

161 23 0
                                    

      — Has estado muy callada desde que llegaste —comentó Kawaki mientras lograba escabullirse en la cama matrimonial.

      — Me preocupa Sarada, me preocupa Boruto y ahora tambien me preocupa Himawari... —Sumire abrazaba su almohada sintiéndose comoda en la cama, pero su mente le impedía relajarse.

Ella siempre se preocupaba por sus amigos, en especial con los amigos que se habían convertido en familia con el paso de los años.

Sin embargo tenía un mal presentimiento, eso era lo que le impedía no preocuparse.

      — Sarada ya está bien

      — La noté algo rara hoy...

      — Será por todo lo que ha pasado y apenas se esté adecuando, no creo que debamos preocuparnos por ella ahora

      — ¿Qué hay de Boruto? —preguntó Sumire dando vuelta en la cama y mirando a Kawaki— él está triste...

      — Es parte de la vida —respondió Kawaki mirando el techo y con sus pies bien cobijados—. La vida no siempre puede ser amable con todos todo el tiempo, a veces nos toca sufrir y no podemos cambiarlo

      — Yo de verdad pensé que ellos estarían juntos por siempre —Sumire sintió un mal sabor de boca en ese momento.

      — Puede que ellos sí se amen, hay momentos en lo que se presentan retos, quizás este sea el suyo

      — ¿Y nosotros? ¿Cuando pasaremos nuestro reto?

Kawaki sonrió y se volteó hacia Sumire para abrazarla.

      — Nosotros ya hemos sufrido por nuestro lado, es nuestro momento de ser feliz —Kawaki le dio un pequeño beso en la frente a Sumire. Era lindo sentirse bien después de años de pensar que jamás podría ser feliz—. Ahora, ¿por qué te preocupas por Himawari?

.

.

.

Era extraño para Sarada estar ahí.
Podría ser su paranoia, pero podía sentir la incomodidad de la madre de Shikadai que llegaba a contagiarla a ella también, aunque parecía ser la única en la mesa que captaba esa molesta sensación.

Apenas había probado la comida y sus manos temblaban cada vez que quería levantar el vaso de agua para darle sorbos.

      — Asi que, sobrino —Kanguro era uno de los que lideraba la charla sobre la mesa, normalmente era el mas parlanchín de los hermanos— Sarada y tú, cuenten la historia de cómo es que han vuelto

      — Kanguro, no seas inoportuno

      — Solo estoy interesado, no estoy siendo inoportuno —reclamó el castaño ante el regaño de su hermano menor— ¿acaso los molesto?

      — Para nada tío, es una historia corta pero que vale la pena contar —Shikadai sonrió hacia Sarada mientras sentía el sabor de los restos de sake en su boca— es corta, pero increiblemente larga tomando en consideración todos los años que pasaron...

Temari dejó los cubiertos sobre la mesa respirando de manera pesada y profunda, algo que solo los Nara pudieron notar.

      — Si siguieron queriendo estar juntos todos estos años, debió ser duro —Kanguro remojaba su carne en salsa negra con condimentos mientras charlaba vagamente.

Lejanos || ShikasaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora