Capítulo 8

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El día entero se la había pasado encerrada en su habitación.

Había recibido algunas llamadas de Chouchou quien estaba de un lado a otro en loa últimos detalles de la boda, hace unos minutos había acabado una de esas llamadas, Chouchou ya se estaba arreglando.

La hora de la boda ya casi llegaba.

Se mordía continuamente el labio inferior tratando de controlar la ansiedad de esos momentos.

¿Estaba nerviosa por la boda o por quienes estarían en la boda? No lo sabía y no quería saberlo.

Se recargó en su silla y miró su reflejo atenta.

Ahora era una amiga de Shikadai y no se sentía nada bien.
Aunque debía admitir que llevarse bien con él es algo que le alegra, pero tan pronto escuchó el título de "amiga" sintió que miles de toros enloquecidos la habían aplastado.

Y el hecho de que Yodo estaba por ahí la hacía sentir peor.

Yodo era tan bella, inteligente y una persona que siempre le había caído bien, pero ahora se sentía terrible porque no podía evitar odiarla.

Sentía que la cambiaban por ella.

Los golpes de la puerta la hicieron regresar a la tierra.

Tardó unos segundos en reaccionar pero se levantó y fue a abrir la puerta.

¿Ya estas lista? Chouchou ha dicho que nos quiere antes allá —dijo Mitsuki mientras pasaba a la habitación y cerraba la puerta detrás de él.

Ya casi... —Sarada volvió a sentarse en la silla frente al espejo.

Su maquillaje era ligero y ya estaba terminando, ya estaba vestida y sus zapatos listos para ponerse, pero sentía unos nervios volando en su estomago.

Esos nervios eran los que no estaban listos.

¿Cómo seguiste? ¿Estas bien? —preguntó Sarada cepillando su cabello con sus dedos.

Sí, creo que estoy en la etapa de reflexión y ya no en la de deprimirme —respondió Mitsuki calmado— tengo esperanzas de que arreglaré las cosas con Boruto, solo necesito mi espacio en estos momentos...

Eso es muy maduro de tu parte —Sarada se levantó y caminó hasta Mitsuki para acomodarle un poco la corbata— yo igual creo que arreglaran las cosas y luego volverán a estar tan unidos como siempre...

Ambos sonrieron animados, Sarada terminó de acomodar la corbata y levantó la mirada.

Los ojos de ambos eran distintos a los de hace unas horas.
Durante el tren se veían llorosos y pesados, ahora se veían calmados y alegres.

Estar con Mitsuki hizo que la ansiedad de Sarada disminuyera.

Pero aquella conexión de miradas pronto creo un ambiente denso.

El estomago de ambos se contrajo y una gran tensión se apoderó de la habitación.

Una sensación eléctrica se sintió desde el inicio de sus estómagos y una ansiedad enorme en sus labios.

La primera que pudo reaccionar fue Sarada, se alejó unos pasos hacia atrás y se acarició el cabello tratando de disimular un poco sus nervios.

Ya hay que irnos o se nos hará tarde —dijo Sarada.

La incomodidad en ambos era obvia, Mitsuki se vio algo aturdido por la tensión de esos segundos.

Mitsuki solo asintió y se volteó para abrir la puerta.

Lejanos || ShikasaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora