023: Dudas entre el amor.

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(AIDAN)

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(AIDAN)




Ya había caído la noche así que acomodé mi cama dispuesto a irme a dormir. Celia y yo queríamos madrugar en el trabajo así que lo mejor sería descansar por ahora.

Cuando me recosté sobre mi suave cama, y cerré los ojos, me sobresalté ante el fuerte golpe de una puerta. Parecía venir de la recámara de a lado. Suspiré profundamente. Sabía que algo andaba mal, pero tampoco quería levantarme, ya había encontrado la posición perfecta. Rendido me despedí de mi cama y salí de mi cuarto para ir al de mi hermano.

Antes de tocar la puerta, escuché sollozos. Algo fuerte habrá sucedido para que Pablo esté ahora así. Toqué un poco y entré sin esperar respuesta a lo que el rápidamente se limpió las lágrimas.

- Hermano, ¿Necesitas algo?...

- A ver Aidan.- con voz rasposa y un rostro servero volteó a verme.- Tú y Celia siguen trabajando en esa empresa. Ella soñando con Omar y tú soñando con ________ así que no me vengas con un...

- ¿Te lo dijeron?.- traté de alegrarlo pero eso solo lo molestó más.

- Cállate.- negué un poco burlón mientras me sentaba a su lado en su cama.

- Tranquilo, solo venía a reconfortarte.

- Pues fíjate que estas haciendo de todo, menos eso.- sonrió sarcásticamente.

- Perdón ¿Bien? Me pone triste verte así, hermano.- reconfortante lo tomé del hombro.- Te queremos y nos duele saber que estás sufriendo por amor. Solo quería que supieras que aquí estaré para ti. Cuando quieras desahogarte, búscame.

- Aidan.

- ¿Sí?.

- ¿Por qué el amor debe de doler así?.- su pregunta me tomó por sorpresa.

¿Ahora que le digo a mi hermano menor? No puedo quedar como un tonto. Ya sé, lo principal y básico.

- Todo es un proceso de altas y bajas. Ya sabes lo que dicen por ahí, el amor solo es para los valientes. Te arriesgaste, diste lo mejor de ti y debes de alegrarte por eso.- vaya, ¿Todo eso está saliendo de mí?.- Ya si Lucía no lo apreció, será muy problema suyo. No te atormentes por eso. Verás que sanarás con el tiempo.- le sonreí levemente.

- Espero que así sea.

- Ven aquí Pablo.- abrí mis brazos para que este cayera sobre mí.- Me estás aplastando.- admití a lo que se acomodó mejor sin dejar de abrazarme de igual forma.

- Te quiero hermano.

- Y yo a ti...Y yo a ti Pablo.

Y yo a ti Pablo

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ᴸᴬ ᴹᴬᴰᴿᴬˢᵀᴿᴬ // ᴬᴵᴰᴬᴺ ᴳ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora