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📍: Ciudad de México #Iglesia ****. (Narrador)
Las cartas ya habían sido entregadas a casa uno de sus respectivos. Estas eran invitaciones para citar a todos y cada uno que le hicieron daño a Marcia.
- Lo siento hija pero no estoy de acuerdo, no me gusta para nada ese plan y mucho menos que vaya sola.- admitió el padre un tanto preocupado hacia Marcia, pues la quería como si fuera una hija al haberla tenido en su orfanato desde que era una pequeña.
- Padre no se preocupe porque de verdad estoy preparada y además no voy sola.- le sonrió reconfortante.
- ¿Y con quien vas pues?.- se cruzó de brazos.
- Con su bendición. ¿Qué mejor compañía necesito?.- el padre respiró profundo.
Cualquier día le daría un paro por aquella mujer, pero bueno, la quería tanto que no le podría negarse a nada que ella le pidiera.
Después de haber platicamos por unas cuantas horas más, Marcia se dispuso a irse al edificio en dónde la ayudarían a maquillarse y vestirse como toda una mujer empoderada. Quería causar una enorme impresión al volver a ver a sus enemigos y a su antiguo esposo.
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Por otro lado de la ciudad, Esteban se encontraba manejando Hatsa que se detuvo ante el semáforo rojo y aprovechó para llamarle a su novia.
- No tardo y ya paso por ti.- explicó ante el manos libres.
- Uh, ¿Que crees amor?. Aún me falta terminar un vestuario, pero no tardo y llego rápido.- se disculpó la rubia.
- Está bien, pero no tardes.
- No lo haré. Besos.- mandó varios besos hasta colgar. Después el semáforo se colocó en verde a lo que Esteban siguió con su camino.
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- No sabía que ustedes también estaban invitados.- comentó la esposa de Bruno un tanto sorprendida al ver el resto de sus amigos en aquel lugar donde los citaba la invitación.
- Pues a nosotros también nos sorprendió mucho verlos a ustedes aquí.- admitió Emilia, la esposa de Donato.
- Por fin vamos a ver de qué se trata todo esto.- comentó Donato uniendose a la charla.
- Ya no sabía que era una reunión familiar.- soltó Bruno al ver cómo ambas hermanas de Estaban entraban. Inés le dedicó una leve sonrisa a Bruno, cual fue de olvida rápidamente.
- Qué gusto verlos por aquí.- saludó Lucrecia.- Buenas noches.- soltaron al unísono ambas hermanas.
- ¿Qué es todo esto Florencia?.- preguntó Lucrecia un tanto inquieta ante la extraña invitación.
