ᴸᴬ ᴹᴬᴰᴿᴬˢᵀᴿᴬ // ᴬᴵᴰᴬᴺ ᴳ.

029: "Relación".

[NARRADOR]

Aidan dejó de teclear en su computadora al ver cómo del elevador salía la señora Lucrecia con una enorme sonrisa.

- Buenas tardes, señora Lucrecia ¿Viene a buscar a su hermano?.- Aidan sonrió amablemente.

- Hola, no, no vengo a verlo a él. Más bien vengo a verte a ti.- señaló bromeando con su dedo.

- ¿A mí? ¿Que necesita?.- preguntó confundido.

- Solo vengo a decirte que...- ella lo pensó un poco.- ¿Cómo te explico? Mira, no me gusta la gente pobre y no estoy de acuerdo con la relación que tienes con mi sobrina ________.

Aidan tragó saliva al ver la verdadera cara que tanto murmuraban sobre la gran tirana Lucrecia.

- ¿Y eso como por qué?.- preguntó con una pequeña sonrisa. No podía perder la cordura o perdería también su trabajo.

- Por eso, porque eres pobre.- dió un aplaudo sarcástico.- En verdad ya estoy cansada como para lidiar con otro pobre en la familia.- se refirió a Álvaro.

- Pues mire, señora Lucrecia. Con el poco respeto y poca paciencia que le tengo a la gente de...su clase.- el se cruzó de brazos.- No sé cómo le vamos hacer, porque yo soy novio de _______, no de su familia.

- ¿Ves como si eres bien corriente?.- apretó los dientes.- Y a mí no me vuelvas hablar así, te lo recomiendo.

- Tu tampoco, Lucrecia.- avisó Aidan con unos ojos tan penetrantes que hizo que la piel de Lucrecia se erizara.- Si me disculpa, yo sí tengo que trabajar. Ahí derecho está el elevador.- con el dedo señaló el camino a lo que la señora bruja decidió hacerle caso, sin saber que _________ había escuchado lo necesario como para poder seguirla.

Tenían una conversación privada en casa.

Quince minutos de camino de la empresa hasta la mansión fueron suficientes para que la cabeza de Lucrecia estuviera a punto de explotar. Sus sobrinos le sacarían canas verdes del enojo que la hacían pasar.