Cabo suelto VIII: Aquello que me diste (Parte VI)

455 30 165
                                    

Destino.

Melissa Paredes.

5 meses después.

Dirías que terminar una relación es un corte limpio.

Adiós. Gracias por todo. Ten una buena vida.

No es así para nosotros por tres razones fundamentales.

La primera es que esa fiesta que me perdí, en la que festejaban que su carrera iba a crecer de manera astronómica, fue el presagio de un estallido sin precedentes. Sacan la primera canción de su disco Balas perdidas, que resulta ser una colaboración con Juanes, y su voz suena en cada taxi al que me subo, cada tienda a la que entro, cada que enciendo una radio.

La segunda es que su vida y la mía están ligadas más allá de nosotros mismos, porque su hermana es mi mejor amiga y casi hermana, y mi hermana es la novia de su mejor amigo y casi hermano, así que un corte limpio era virtualmente imposible para nosotros. Sigo sabiendo sobre él y seguramente él sobre mí.

Nunca nos eliminamos de redes sociales, y aunque ninguno de los dos es muy dado a exponer su vida, me doy cuenta de que es el primer nombre que aparece cuando subo una historia, y no voy a fingir que no voy a su Instagram casi todos los días, esperando algo nuevo. Nunca borró las fotos de los dos que tenía colgadas en sus redes, y me quedo mirando más tiempo del que debería los comentarios enamorados y tontos que solíamos intercambiar.

Y eso me lleva a la tercera razón, y es el hecho simple e indiscutible de que todavía nos queremos.

Sin embargo, ninguna de esas tres razones borra el hecho de que amarnos se volvió una lucha de agendas y tiempos incompatibles que nos dejaron a los dos sintiéndonos más solos que nunca.

O eso es lo que me digo a mí misma, hasta que Gaby llega hablando por los codos de la nueva chica de Simón.

Se llama Nath y es mexicana. Ruedo los ojos, y le digo que no van a durar tres minutos.

Si nos fue virtualmente imposible cuidar una relación a Isa y a mí, que vivimos en la misma ciudad, me da risa pensar de estos pobres desgraciados, que van a intentar hacerlo funcionar viviendo en países distintos.

....Excepto porque han pasado 5 meses, y esta noche Gaby salió a una cita triple con Villa, los Vargas y sus chicas. No me dijo si Isaza asistiría a ese evento con alguien, aunque supongo que ya me enteraré.

Y todo eso deja de manifiesto varias cosas terribles.

La primera es que Simón y la mexicana parecen estar haciéndolo funcionar, así que nuestro problema no eran las agendas o la distancia, sino nosotros.

Y la segunda es un poco más obvia y es que él está en la ciudad en este momento, y yo sigo pensando en verlo.

¿Él está pensando en mí, o ya encontró a una influencer con una agenda flexible que pueda seguirlo de gira a cualquier parte del mundo y no dejarlo esperando una llamada?

Supongo que todo eso me ha hecho tomar todas las malas decisiones que he tomado esta noche.

Desde que vi a Gaby arreglarse para la maldita cita, seguí pensando que él estaría allí con alguien nuevo. Susana me dice que no tiene a nadie, pero supongo que ella tampoco me lo diría si fuera el caso contrario.

Que es por lo que acepto la invitación de mis amigos de la universidad a salir de rumba.

Y bebo.

Mucho.

Todo lo que me ponen en frente lo acepto. Bailo con todo el mundo.

Es una gran fiesta, y cuando se acaba, nos vamos a la casa de Felipe, que es uno de mis amigos más cercanos de la universidad, aunque todo ha sido extraño desde el principio porque Susana lo odia, y es un poco complicado que dos de tus personas favoritas en el mundo no se puedan ver.

° El amor después del amor °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora