Cabo suelto X: La odio

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Contexto:

No hay contexto :P

Solo quise hacer un pequeño shot porque tenía ganas de escribir, y no quería cargarme con todo lo que implica un cabo suelto y todo el sentimiento de continuar una historia que ya ha existido y hemos querido.

Solo tenía ganas de escribir algo nuevo y cortito y nada más =)

Solo tenía ganas de escribir algo nuevo y cortito y nada más =)

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- No voy a ir

Me agarro al reposa cabezas de la silla del frente de furgoneta para evitar la discusión.

Martín, que ya me conoce y no está dispuesto a razonar, me toma por la cintura y jala.

Y yo, que ya lo conozco, me agarro con más fuerza a la silla del frente.

Isaza y Villa cruzan una mirada, y como es de esperarse, cada quien elige un bando rápidamente.

Villa me agarra por las piernas y jala también, mientras Isaza se para junto a la puerta de la furgoneta e intenta razonar.

- Es una reunión corta, Simón. Y después vamos a almorzar algo sabroso – Indica Isaza pacientemente

Villa y Marto se miran, y me preparo para lo inevitable.

Unen fuerzas y jalan con todo lo que tienen. No me voy a romper un dedo porque lo necesito para tocar, así que mis manos ceden y me dejo ir, hasta que inevitablemente los tres caemos a la acera.

Isaza nos mira desde arriba con una expresión triste.

- Es una reunión de 20 minutos, Simón – Señala Isaza mientras se recarga en la puerta abierta de la furgoneta

Giro sobre mi espalda en la acera y me quedo mirando el cielo, que esta tarde está blanco, con una especie de clima seco y sin sol extraño, que hace un poco de juego con mis sentimientos.

- Entonces vayan y me ponen al día – Indico

Caímos al lado de un poste, así que procedo a abrazarme a él.

Martín y Villa se miran con pesar mientras se ponen de pie, y proceden a jalarme de nuevo para que suelte el poste.

- ¡Solo es una reunión con La bruja, no es para tanto! – Exclama Villa, indignado

- Si, no es para tanto. Supéralo – Dice otra voz

Me suelto del poste de golpe y otra vez nos vamos al piso.

Las gafas de Villa salen volando, y caigo encima del pecho de Marto dejándolo sin aire.

Me atrevo a levantar la cabeza y veo a La bruja parada ahí.

Tiene el pelo negro liso y largo hasta la cintura. Me mira desde detrás de sus gafas metálicas doradas con esos ojos cafés y sube una ceja oscura con una expresión de decepción.

° El amor después del amor °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora