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- Suéltame- le digo, Josh me mira con sus ojos crueles y profundos.
-¿Otra vez con Munson? - me toma de la muñeca, no está el coche de mis tíos en casa y eso me hace entrar en pánico.
- Eso no es asunto tuyo- hablo molesta, pero él me entra a la fuerza a la casa. Deseo con mi alma que Eddie se devuelva, pero nada de eso ha de salvarme - ¿ Qué vas a hacerme? - le pregunto con espanto. Él es delgado, pero lo suficientemente fuerte como para lograr mantenerme atada a su lado. Logra arrastrar mis pasos hacia el sofá.
- No me gusta que otros chicos te toquen. Eres mía Violet, y no lo entiendes - Josh mueve su cabeza, me analiza por completo y yo siento asco. Él se sienta a mí lado en el sofá. Milo camina donde mí , él simplemente observa sin saber sobre la maldad en la personas, pese a que él es la maldad hecha gato. Josh se sienta a mi lado, pone su mano en mi cuello y me deja inmóvil.
- Te juro que Eddie no es ni mi amigo... - Intento hablar, él está tan cerca que puedo sentir su aliento en mis labios.
- No me mientas, no soy tonto. ¿ Ya te acostaste con ese idiota? - me pregunta y yo simplemente quiero llorar, si tan sólo él supiera que gracias a lo que me ha hecho, apenas puedo dejar que un chico tome mi mano.
- Déjame Josh- hablo entre lágrimas.
- Di que eres mía - Josh susurra en mis labios nuevamente - Di que eres sólo mía, dime que nadie más te ha tocado - Posa sus dedos en mis labios, mis mejillas están húmedas, sólo se escapan lágrimas de mis ojos - Dilo, Violet. Di que eres mi chica...
- Soy tuya, soy tu chica - susurro y siento sus labios sobre los míos. Náuseas se apoderan de mi cuerpo.
-Así me gusta - él acaricia mis labios y me deja en libertad. Apenas me veo libre de su tacto horrendo e infernal, corro y me encierro en mi cuarto. Cierro la puerta con llaves, pongo el velador como medida extra de seguridad. A pesar de tener un poco de hambre, sé que puedo aguantar hasta el siguiente día. Voy al baño, bebo una de las pastillas que Eddie me ha regalado para no dormir.
Me siento en mi cama y tomo mi móvil para distraerme, así borro su imagen por unos segundos. Desbloqueo la pantalla, noto que tengo una notificación en instagram.
@eddiemaid3n ha comenzado a seguirte.
Me causa gracia, sé perfectamente quien puede ser @eddiemaid3n.
Antes de comenzar a seguirle de vuelta, veo su perfil, con cuidado de no dar me gusta a alguna publicación de él y quedar como una psicópata.
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