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Narra Violet:
Nos separamos antes de entrar, no por avergonzarnos de llegar juntos, sino para evitar ser el circo de quienes adoran el chisme. Si me ven bajar de su coche, dirán que me lo estoy tirando, y lo que menos quiero son chismes acerca de a quien me tiro o no.
Y tampoco me tiro a alguien.
Nos separamos con una sonrisa, él sigue por su cuadra y yo la mía, siento que somos personas distintas cuando debemos ser esos simples estudiantes. La primera clase es gimnasia, hoy por primera vez me dispongo a hacer la clase, me pongo la estúpida ropa que debe ser igual para todos. Playera blanca, shorts verdes. Me pregunto si Eddie también lo hará, o si pretende hacerse pasar como parte de mis problemas menstruales nuevamente.
Él llega junto a Gareth y Evan, los tres visten igual, playera blanca, short verde, y sonrío, estoy sentada en las gradas, me reconoce en cuanto entra, agita su palma y yo hago lo mismo.
Cuando habemos una buena cantidad de alumnos, la maestra nos llama, no sé qué pasa por su cabeza pero nos da lo opción de trotar aquellos que quieran, y quienes no, tienen el pase para retirarse, al parecer debía hacer cosas importantes. Eddie como nunca en su vida, se apunta, junto a sus amigos, y yo como siempre, me voy a las gradas.
Me ve subir y va corriendo donde mí.
-Hey... Floja-se ríe.
- En serio no lo haré - bostezo y busco mis audífonos.
- Vale, pero... ¿Me esperas? - Pregunta con ese tono tan clásico de un niño mimado.
-Claro...
- Quiero que comamos juntos, con Evan y Gareth - Eddie sonríe y apunta a sus amigos, los reconozco desde lejos.
- Vale, claro que sí - asiento, llevo puesto un hoodie, está helado afuera.
- Puedes sacar mi hoodie para que lo pongas en tus piernas y te abrigues, y de paso me lo cuidas - me guiña un ojo, y yo asiento.
- Sí - sí a todo lo que me digas, la razón por la cual se me escapan sonrisas eres tú. Lo pienso, no lo digo como algo romántico, lo digo desde mis sentimientos más profundos.
- Vamos Eddie...- Jasmine lo coge del brazo, aparece sin previo aviso, y aquello se siente extraño. Eddie la mira algo confundido, y noto cómo es que se zafa de su agarre sin sonar descortés.
- Ya voy, Jasmine - responde sereno y ella pone sus ojos en blanco.
Cojo el hoodie que descansa en las gradas, y me trepo unas más arriba, tiene su aroma, lo pongo en mis piernas, pero siento que su perfume puede impregnarse por completo en mi piel, y aquella idea no me desagrada.
Pongo mis auriculares, ellos comienzan a trotar, al principio me hallo concentrada en mi móvil, pero ya una vez han pasado los minutos, fijo mi mirada en Eddie, no soy consciente realmente sobre que suena aleatoriamente Style de Taylor Swift. Lo estoy mirando y analizando, me gusta su contextura, no es de esos tipos musculosos, no es como los del fútbol americano. Sus brazos están tatuados y puedo ver el camino de sus venas, sus pulseras que se mueven al ritmo de su trote. Para unos segundos, peina su cabello largo hacia atrás, su frente está algo sudada, y creo que aquella playera blanca hace un buen trabajo en él, jamás creí que una canción podría pegarle tan bien a una persona, aquello sólo ocurre en mi mente, Eddie jamás podría enterarse que me he quedado pegada viéndolo mientras escucho Style de fondo, y creo que aunque los ojos de Eddie sean simplemente marrones, son mucho más de ensueño que los de James Dean. Eddie bebe algo de agua, y me guiña un ojo, en ese preciso instante prefiero cambiar la canción a algo que no me haga fantasear biológicamente como una puberta en plena época de hormonas, porque Eddie es un amigo, no comida. Es la razón por la cual no ha sido un inicio de semana catastrófico. Enfrío mi cabeza que es experta en crearse escenarios imaginarios, porque sí, por un momento han desaparecido todos Y Eddie se ha quedado en un fondo color rosa.
Cambio la canción por una que genere pensamientos más neutros, que no me hagan pensar sobre lo irreal que Eddie se ve con algo de sudor.
Pierdo mi vista de él, y cuando vuelvo a verlo, Jasmine está trotando a su lado, veo que los ojos de Eddie brillan y me pregunto qué pasará por su corazón, ¿Estará enamorado de esa chica? Y creo que podría pasar, ellos son un cliché, el chico raro y la popular, es como si yo estuviera por Matthew Hughes, el capitán de fútbol americano, que no tiene una mirada de ensueño.
Eddie no es el primero en terminar, tampoco el último, pero cuando lo veo caminar a mí, le entrego su mochila y su toalla, él las acepta.
- La próxima semana tendrás tu período ¿Vale? - se ríe y yo hago lo mismo.
- Ridículo - muevo mi cabeza y camino algo más rápido que él, pero Eddie coge mi mano y me hace retroceder hasta quedar a su lado.
- Me cae mal la gente que camina más rápido que yo- lo dice entre sonrisas y yo simplemente no puedo creer que se comporte como un niño, aunque es adorable.
- Vale, ahora viene la etapa en que muestras tu lado B - Me río y él hace lo mismo.
- Iré por una ducha... No sería normal que me acompañes a hacerlo, si quieres me esperas en la cafetería, estaré allá en diez- posa sus manos en mis hombros y desaparece por un pasillo.
Tomo asiento en el mismo lugar donde Eddie siempre está, lo espero, hasta que veo a Jasmine quedar frente a mí.
- Hola Friedman- me sonríe.
- Hola...- que ella me salude es incluso más raro.
- ¿Pasa algo? - pregunto.
- Bueno, quería ser puntual, pero... ¿Qué te traes con Eddie? - miro hacia los lados, quisiera que él me ayude a responder.
- Nada, ¿Por qué la pregunta?
- Porque me gusta, y no me gusta competir - Me veo tentada a la risa.
- Hey, ¿Sabes quien soy? - la observo con sarcasmo - Soy Violet Friedman, soy el bicho más raro de esta escuela. Mi función no es precisamente que los chicos se fijen en mí, no soy competencia para nadie. Así que puedes estar tranquila, no soy parte del menú de Eddie. Somos amigos, pero nada más - evito el exceso de contacto visual. Al parecer el argumento que di, le da dejado sin lugar a sus refutaciones que siempre suele hacer.
{...}
- Sí, estuvo acá - Eddie ha llegado, sus amigos tardan un poco.
-¿Y qué te dijo? - Pregunta.
- Vale, le gustas. Pero ella cree que pasa algo entre tú yo - Eddie se ríe - Hey, no es gracioso. Le dejé claro nuestros lugares en esta escuela, yo no soy el blanco amoroso de chicos, y ella es la linda y popular, tus ojos brillan cuando estás con ella- miro a mi plato- Creo que se ha dado cuenta, porque no me dijo algo al respecto.
- Entonces asumiste que me gusta.... Y ahora se lo has dado por hecho. Genial Friedman, ahora no me van a dejar tranquilo - Eddie mueve su cabeza, y sonríe.
-No es tan descabellado.
- Lo es, así como el hecho de que pienses que no eres el blanco amoroso de nadie en esta escuela - Eddie me mira de reojo mientras revuelve su comida - Déjame decir que.... Eso sólo sucede porque no te das a conocer lo suficiente, pero de lo contrario, tendría que ahuyentar chicos con un bate de béisbol- los dos reímos.
- Ridículo...
-Ridícula tú - Eddie me observa con sus ojos marrones y brillantes.
- Vale, entonces no estás en plan de novia y todo esto. Perdón si las cagué con Jasmine- miro a mi plato.
- De momento estoy demasiado ocupado con una chica a la que debo cuidar como si me fueran a dar una recompensa por ella - Eddie bromea - No tengo tiempo para novias.
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