¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cierro la puerta al entrar, la casa se siente vacía y yo me siento feliz de estar aparentemente sola.
Paso a la cocina a prepararme algo de comer, un sandwich de jamón y lechuga es la mejor opción que encuentro, cuando de pronto siento su risa, palidezco, creí que la vida me tendría preparado algo mejor.
- Así que has llegado... - Josh se ríe, está en el marco de la puerta.
-Sí - respondo quieta, él camina hacia mí y acaricia mis hombros.
- Nate viene a dormir esta noche - Nate es de sus mejores amigos, probablemente más patético que él - Recién hoy les han entregado el cuerpo de Amanda ¿Sabías que era su prima? Su casa está llena de familiares. Mis padres se han ido donde el tío Jacob, se ha enfermado, dicen que no le queda mucho.
Mierda. Es lo único que puedo pensar.
- Todo esto de Amanda, me hace querer cuidarte ¿Lo sabías? - susurra en mi oído - Si te pasa algo, me muero.
Y no entiendo cómo es que palabras tan dulces pueden sonar tan agrias viniendo de su boca.
- Puedo cuidarme sola.
- Sólo eres una pobre chica en un mundo dominado por hombres. Nadie te ve con los ojos que yo te veo - besa mi cabeza, yo trago saliva- ¿O crees que ese chico Munson no piensa en follarte cuando te ve? ¿Crees que te ve con inocencia? ¿Crees que no pasa por su cabeza cómo son tus pechos y tu trasero? - cierro mis ojos, siento tanto asco- Soy el único que respeta lo sagrada que eres para mí.
- Eso es mentira... - respondo entre lágrimas- Tú no me cuidas.
- Tienes que ser una buena chica, mi amor-susurra en mi oído.
-Vete, Josh. Te lo imploro, te lo suplico.
- Pensé que querrías hacer sentir mejor a mi amigo. Se siente tan vacío desde que Amanda se ha muerto. A mí no me importaría compartir tu cuerpo. No con los míos. Se que va a expulsar todo su amor de tan sólo tocar tu piel suave.
Mi corazón se dispara, siento un frío recorrer mis vísceras, quiero correr, quiero llorar o enterrarme en la tierra y no salir más, aunque pasara cien años.
El timbre suena, Josh tiene mis brazos tomados, camina conmigo hasta llegar a la puerta. Está ahí parado, Nate.
- Hola viejo... - saluda el chico y se estrechan las manos. Nate me mira de pies a cabeza, no lo hace de aquella manera dulce en que Eddie me mira, lo digo como comparación, porque Eddie siempre será la contraparte de luz en mi vida - Hola, Violet. Hace un buen tiempo que no te veía.
- Adelante, amigo. Mi casa es tu casa - Josh le dice a Nate mientras me mira. Susurra en mi oído - Más te vale que te comportes.
