Narra Violet :
- ¿Con que Edwina otra vez? - mi tío pregunta. Es domingo, estoy llegando a casa, he pasado el fin de semana entero en casa de Eddie.
- Sí - respondo y paso por el costado.
- Me parece muy extraño que vivas metida en casa de esa chica, que por cierto, su nombre es horrible - Responde de mala gana y yo suspiro nerviosa.
- Es mi amiga, eso es todo- subo las escaleras. Me encierro en mi cuarto y no salgo más, es una buena opción de domingo. He hablado con Ellie por videollamada.
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Miro fijamente a la ventana, Josh respira a mi lado, él conduce, no he tenido manera de quitármelo de encima, mis piernas están contra la puerta, de tal manera que evito cualquier tipo de contacto con su cuerpo.
Josh llega a la entrada de la escuela.
- Es curioso que ese chico Munson esté siempre esperando, siempre que llegas, está él ahí - Josh mira hacia la ventana y se ríe de manera burlesca - Sí no fueras mía, estaría muy celoso de él, pero creo que te gustan los chicos más grandes - siento algo arder dentro de mí.
-Eddie es mayor que yo, por unos dos años... - contesto, queriendo darle donde más le duele - y no es un idiota como tú - respondo, porque ya a estas alturas del juego, creo que puedo defender su honra y si pudiera entregarle mi alma al demonio sólo para que Eddie sea feliz, lo haría, porque él lo merece, conmigo o no, Eddie merece un lindo final.
- ¿Y te lo hace mejor que yo? - su pregunta me da asco, creo que cuando dice aquellas cosas, los peores pensamientos pasan por mi cabeza, y creo que sería feliz de poder darle veneno para ratas, pero mi alma jamás podría descensar en paz.
- Eres un puto asqueroso - quito el seguro, pero Josh toma mi cuello con fuerza y me deja sin respirar por unos segundos. De pronto la puerta se abre, y alguien jala de mi brazo.
- ¡Quita tus manos de Violet! - Es Eddie, me bajo del coche, puedo sentir la furia de Josh, puedo sentir sus ojos rabiosos sobre mi cuerpo. Me quedo detrás de su cuerpo que me hace sentir segura.
- No te metas, estamos en una discusión de primos, de familia, es una discusión íntima. No invitamos a metaleros greñudos - se burla - Violet, entra.
- No, no lo haré, Josh-respondo detrás de Eddie.
- Entra ahora ya - da la orden.
-Te dijo que no entrará - Eddie toma mi mano - No le harás nada a Violet, porque si es así, te irá muy mal, Josh - Eddie lo amenaza, y sí, me ha salvado, pero lo que menos quiero es que él se ponga en riesgo por mi causa.
- Zorra, son todas unas zorras - Josh cierra su puerta de golpe y se marcha. Eddie me abraza y yo tirito al sentir sus brazos cálidos.
- Dios mío, Eddie. - suspiro y me apego a él.