- ¿Estás solo? - le pregunto.
- Bueno, Mustaine y Milo son mi compañía - Eddie ríe. Yo paso, tomo a Milo en los brazos.
-Te amo bebé - beso su cabecita, también tomo a Mustaine en brazos y le doy un beso.
- ¿Y el mío? - Eddie me extiende sus labios y cierra sus ojos. Yo me río y pongo a Mustaine en sus labios - Tramposa - lo dice apenado.
Eddie se acerca a mí y me abraza.
- Estaba preocupado por ti - besa mi frente.
-Escapé de Josh... - suspiro y me siento en el sofá.
- ¿Qué hizo ahora ese imbécil? - me pregunta y yo muevo mi cabeza.
- Está enfermo, me amenazó. Dijo que esta noche iría por mí , estábamos en la iglesia, con la familia de mi vecina- suspiro, Eddie se sienta a mi lado.
- Vale, te quedas acá. Llamarás a tus tios y les dirás que estás con Edwina- Eddie me abraza- Tenemos que hacer algo, ya no puedo soportar que ese tipo te haga daño.
- Tengo miedo, Eddie... No sé qué hacer. Te prometo que ya no quiero seguir en casa. He intentado ir con la policía, pero es un Friedman, ya no hay mucho que hacer.
- Ya estás conmigo. Estás a salvo - Eddie acaricia mis manos.
- No quiero pensar más en Josh - Eddie asiente y frota su cabeza en la mía, como si fuera un gatito frotándose contra mis piernas.
- Ven, vamos a preparar algo para comer - Eddie jala de mi mano y me conduce hacia la cocina. Preparamos pasta, ninguno es un experto cocinando , pero intentamos sacar algo digno, caminamos hasta el sofá, Eddie deja una película, y vamos con nuestros platos.
- Por cierto, estuve escuchando tu playlist - Eddie habla- Es algo cambiante, tienes a los Jonas Brothers, a los Arctic Monkeys y los Red Hot Chili Peppers - se ríe - es una mezcla extraña.
- Lo sé, eres un metalero experto en música.
- Fall Out Boy, había olvidado que esa banda existe- Eddie se ríe aún más - Pero lo importante, es que pienso en ti- me observa, recorre mi rostro con sus ojos- Pienso en ti todo el tiempo, Violet Friedman y yo acaricio sus manos.
- ¿A qué hora llega tu madre? - pregunto algo nerviosa.
- ¿Por qué? - arquea una ceja, y me da algo de vergüenza, no quiero que piense que estoy buscando la instancia para algo más. Me da pánico de tan sólo pensar en que ese momento eventualmente ocurrirá. - ¿Te apuntas para una sesión de besos? - me pregunta divertido - Hoy son gratis, mañana comienzo a cobrar, yo que tú aprovecharía - Eddie se para del sofá y jala de mi mano, me toma en brazos a su antojo, yo golpeo su espalda y me sube por las escaleras hasta llegar a su cuarto. Me deja sobre su cama.