Cuando entraron a la blanca habitación del hospital, el único sonido que se escuchaba era el de los monitores y bombas que se encontraban conectados a la anciana mujer.
Agust sintió su pecho oprimirse. Había sido un tiempo desde la última vez que la había visto a su madre en este estado. Usualmente solía recordarla como era en el pasado; una persona alegre con modales y educación aprendida en casa, rígidos por valores inculcados. Una mujer con mucho cariño y comprensión hacia las personas que la rodeaban, trabajadora, al punto de no importarle su propio bienestar con tal de conseguir un poco más de ingresos para su humilde hogar luego de quedar viuda cuando el y YoonGi eran muy pequeños.
Con el corazón acelerado, Agust se acercó a la camilla y vio de cerca a su madre, enojandose consigo mismo al verla en una situación aún más deplorable de lo que la recordaba. Se suponía que Namjoon había estado pagando los servicios médicos, sin escatimar en gastos, y aún así, no parecía ser suficiente.
—Mamá…
La mujer abrió los ojos lentamente. Algun tipo de emoción mostrándose en su cara, una que Agust no pudo reconocer. Sin embargo, mientras que veía aquellos grandes ojos llenarse de lágrimas, pudo darse alguna idea.
—¿Y-YoonGi?
Agust cerró los ojos. Un fuerte nudo instalandose en su garganta mientras que unas enormes ganas de maldecir a su propio hermano se apoderaban de su sistema. Deseaba poder mandar todo al diablo y negarlo. Decirle a su madre que no, que no era su desagradecido hermano. Que se trataba de él, Agust, su único hijo que la amaba de forma incondicional, quien daría la vida por ella si fuese necesario y sobre todo posible. Anhelaba abrazarla, decirle lo mucho que la había extrañado y cuán preocupado había estado durante todo este tiempo que no estuvo junto a ella. Habían pasado meses desde que había caído en una especie de coma, ¿cómo es que estaba consciente ahora? ¿Desde cuándo lo hacía?
Sintió la mano de Taehyung apretar su hombro ligeramente y todo tipo de coraje se dreno de él. No tenía caso molestarse. Lo importante era que había despertado. Y si su madre era feliz pensando que él era YoonGi, no tenía porque quitarle esa ilusión, ¿cierto? El podía hacerlo. Fingir ser su hermano para que su madre tuviese un momento de paz, aunque fuera por poco tiempo.
—Así es madre, soy yo, YoonGi— respondió el rubio, su voz quebrada.
—Mi pequeño. Te he extrañado tanto. — silenciosas lágrimas cayeron por las demacradas mejillas de la mujer—. ¿Por qué no habías venido a verme? ¿Por qué nos abandonaste a tu hermano y a mí?
Agust sintió que un puñal le atravesaba el pecho al momento de escuchar aquellas palabras. No era un secreto que su madre nunca fue completamente feliz. No importaba que tanto Agust se esforzara en alegrarla ayudando con los gastos de la casa y tareas domésticas, pues era consciente de que le hacía falta la presencia de YoonGi. Era su hijo también después de todo.
—Perdóname madre, por favor, perdóname— suplicó Agust—. Fui un idiota. Un egoísta que no pudo hacer más que pensar en sí mismo.
No se sentía culpable de llamar a su hermano con esos términos. Ciertamente, YoonGi lo merecia.
Pero sobre todo, sentía que podía morir de tristeza al ver la mirada de su amada madre, ¿por qué YoonGi tuvo que hacerle eso a la persona que más amaba en el mundo?—Lo siento tanto. — Dijo Agust de nuevo, en un llanto desgarrador. Se arrodilló, y sostuvo las manos de su madre —. Yo siempre pensé en ti, siempre quise volver, pero no sabía como iba poder mirarte a los ojos después de todo lo que te hice. Me sentía tan avergonzado, perdón por ser tan mal hijo.
Odiaba tener que mentirle a su madre de ese modo, pero tenía la esperanza de que ello le diera por lo menos un poco de paz. Tenía la necesidad de pedirle perdón en nombre de su gemelo.
ESTÁS LEYENDO
El otro ||Taegi||
FanfictionTAEGI >Taehyung Top >YoonGi Bottom Colaboración con mi soulmate @Lysandra_mostrid 🚫PROHIBIDAS COPIAS O ADAPTACIONES