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Los siguientes días pasaron en un abrir y cerrar de ojos.
Taehyung se hizo cargo de cualquier asunto relacionado con el funeral de la madre de Agust, así como del cuidado de Jungkook. Respetó el tiempo que consideró nacesitar, para que su esposo pudiera sobrellevar el duelo por el que estaba pasando, e intentó ayudarlo con todo lo que estuviera a su alcance para lograrlo. Perder un ser querido no era fácil. Sobre todo si se trataba de una madre. Especialmente una madre.

Por otro lado, el saberlo, y el verlo por si mismo, eran dos cosas completamente distintas. Pensó Taehyung, al ver como el rubio se encerraba en su habitación y se aislaba de todos, y de todo, incluso de él mismo. Y eso mantenía a Taehyung alarmado y preocupado.

Por otra parte, la mente de YoonGi estaba sumida en una constante neblina, con tormentosa culpa y dolor agonizante. Su madre se había ido para siempre; jamás volvería a verla o escucharla. Pero lo peor era, qué no había tenido la oportunidad de despedirse. Ella se fue, creyendo que había sido abandonada por su hijo Agust. Que la había dejado, al igual que el resto. Su madre se había despedido de YoonGi, no de él, Agust.

No pudo estar a su lado en sus últimos momentos. Había estado demasiado ocupado encargándose de la familia de su hermano, a la que, igual que a él y su madre, YoonGi también había abandonado. Y eso provocaba que sintiera tanto desprecio, rencor y odio a si mismo, más que por YoonGi. Después de todo, el había aceptado tomar el papel de su hermano. Necesitaba el dinero que Namjoon le ofreció para pagar los gastos médicos de su madre. Ahora se preguntaba, si realmente había valido la pena el esfuerzo, o si debía siquiera continuar con ello. Era simplemente lógico; su madre ya no estaba, ¿qué sentido tenía ahora? ¿Realmente importaba si se iba?, no era como si YoonGi fuese a regresar con Taehyung después de todo. Al menos no como su pareja. Y para ser honesto, tampoco creía que Jungkook, su propio hijo, le importara.

Si, había conseguido el dinero prometido, pero, ¿a que costo? Su madre estuvo sola, sin nadie que se ocupara realmente de ella, o hacerle simple compañía. Él no estuvo presente en su estadía hospitalaria desde hace meses, y eso era algo que simplemente jamás se perdonaria.

Mientras su madre agonizaba en una cama de hospital, él estaba cuidando y consintiendo a su sobrino, riendo y disfrutando de él, junto con Taehyung. Ocupando un lugar que no era suyo, y nunca lo sería. Amando a alguien que no podía amar.

Un toque en la puerta lo hizo abandonar bruscamente el tren de pensamientos conflictivos. La cabeza de Taehyung se asomó por el hueco de la puerta y Agust pudo sentir casi físicamente como un nudo se formaba en su garganta.

—Cariño, ¿estás despierto?

«Cariño».

Por un momento, una calidez se coló por su pecho, hasta que la realidad lo golpeó, recordando la realidad de la situación. Él no era el “cariño” de Taehyung. YoonGi lo era.

Se incorporó lentamente y se sentó en el borde de la cama, haciendo una seña al moreno para que entrará. Taehyung lo hizo, sentándose de igual manera a su lado sobre la cama.

—Amor, la cena está lista. Se que no debes sentirte bien, pero ha pasado un día completo desde que probaste alimento. Jungkook ha preguntado mucho por ti también... ¿Quieres bajar a comer con nosotros, o prefieres que los empleados suban la cena a la habitación?

—No tengo hambre. —Dijo Agust, negando con la cabeza, y evitando cualquier tipo de contacto visual con el contrario.

—Cielo, necesitas comer algo. —Dijo Taehyung. Su rostro reflejando preocupación —. En realidad, no has comido mucho, si es que casi nada, en estos días. Si continuas así, podrías enfermarte. Se que tu madre fue una persona muy importante para ti, si no es que la más importante. Pero tu lo eres para mi, y para Jungkook. Estamos preocupados.

Agust sintió una punzada en el pecho. No sabía si era por la mención de su madre. La culpa, por ser el causante de la preocupación de Taehyung y su sobrino. O por el simple hecho de no ser, por quien Taehyung se preocupaba en realidad.

Esto último, siendo su pensamiento más constante durante los días de su exilio autoimpuesto.
Se sentía... Exhausto. Estaba cansado de fingir, de desear algo que sabía, nunca sería para él. No realmente. La culpa lo consumía cada día, sobrepasando sus límites. El no era un mentiroso, jamás lo había sido, y no comenzaría a serlo justo ahora. Menos ahora que no tenía un motivo real para hacerlo.

—¿Cariño? —murmuró Taehyung después de que su esposo había permanecido demasiado tiempo en silencio —. Se que extrañas a tu madre, pero nosotros estamos aquí para ti.

—Ella debió sentirse realmente sola...

Taehyung negó con la cabeza.

—Ella estaba en coma. Tuvo un momento de lucidez, y lo uso para despedirse de ti. Ella realmente te amaba, YoonGi. Así como nosotros te amamos a ti.

«"YoonGi" , "YoonGi" , "YoonGi"... Yo no soy YoonGi. Soy Agust. Agust».

—YoonGi, ¿te sientes bien?, hablame amor. YoonGi.

«¡No soy YoonGi! ¡Soy Agust!».

El rubio se levantó abruptamente de la cama, y apretando los puños se dio la vuelta para mirar a Taehyung a la cara.

—Deja de decirme de ese modo.

Taehyung lo miró sin entender.

—¿De qué modo?

—Yo no soy...

Sin embargo, antes de que Agust pudiese terminar la oración. El mundo comenzó a oscurecerse a su alrededor, antes de sumergirse en un absoluto silencio.





















Solo paso a recordarles que esta historia es escrita por Lysandra_Motstrid y por mi. Gracias por leer y espero puedan esperar pacientemente la próxima actualización. Adiós.

El otro ||Taegi|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora