Aba-Mierda, mierda, mierda.-No dejo de decir entre dientes mientras me paso una mano por el pelo aireada.
-¿Qué vamos a hacer ahora?-me pregunta Reyla.
Ahora mismo estamos en su habitación, (que no es muy distinta a la mía que digamos). La directora nos acaba de llamar a todos por el altavoz para que dentro de media hora estemos al lado de la estatua y Reyla me acaba de decir que los malditos collares llevan un rastreador.
-Lo... lo único que podemos hacer es hacer que ellos escapen.-digo sin aún poder creermelo-. Nosotras... nosotras estamos... atrapadas.
Escucho como Reyla se sorbe la nariz y rápidamente me giro hacia ella quien ha empezado llorar.
-Eh, tranquila.-digo posando mis manos en sus mejillas. Algunas lágrimas llegan hacia las puntas de mis dedos , yo las seco con suaves caricias-. Lograremos salir de aquí, pero ahora tenemos que preocuparnos por sacar a nuestros seres queridos de aquí.
-Tengo... tengo miedo.-murmura ella. Clavo mi mirada en la suya que está más brillante que nunca a causa de las lagrimas. Me duele verla así.
-Oye, se supone que la que sabe boxeo eres tú.-bromeo haciéndola reir. Cuando se rie es como una pequeña melodia para mis oidos-. Yo no sé defenderme, vas a tener que ser mi guarda espaldas.
Ella se ríe de nuevo y deja de llorar, cuando veo que se tranquiliza me separó de ella y le tiendo mi mano.
-¿Vamos?-le pregunto.
-Vamos.-dice ella cogiendome la mano y entrelazando mis dedos con los suyos (cosa que hace que me muera por dentro, claro).
Dana
Lukituki: ¿Por qué tengo que llevaros yo? ¡Sí Mateo tiene un cochazo!
Yo: Touché.
Mateo: Tampoco es para tanto.
Lukituki: ¡Pero yo me quiero sentar en uno de esos coches de lujo que tienen asientos de cuero!
Yo: ¿Desde cuando eres pijo, Luca?
Lukituki: ¡No soy pijo! Solo que cuando veo la oportunidad de poder poner mi hermoso culo en un asiento como el coche de un pijo lo aprovecho.
Mateo: Ja, ja, ja, ja.
Yo: Mateo, llevamos tú y así hacemos feliz al niño pequeño.
Lukituki: ¿Perdona? ¡Sí fuera un niño pequeño te habría pedido un helado, no sentarme en un coche de lujo!
Yo: ¿Estás diciendo que no quieres un helado?
Lukituki: ¿Tienes helado? :D
Yo: Lo que decía, un niño pequeño.
Mateo: Callarse ya que los dos sois unos niños pequeños. Os llevaré yo.
Lukituki: BIENNNNN.
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Sácame de aquí
Teen FictionMe engañaron. Me encerraron. Nos drogaron. Y ahora somos ratas de laboratorio. Esta universidad no es lo que aparenta. Nada más llegar nos drogaron y empezaron a experimentar con mi cuerpo. Nos hacen luchar y nos dan descargas eléctricas si nos imp...