20.:Ganas:.

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Miraba la puerta de su habitación como esperando, había sentido ese algo todo el día, esa química extraña entre su custodio y él, esa sensación melosa y aquel calor que parecía envolverlo con solo sentir su mirada, su cuerpo pedía, eso que desde ya un tiempo rondaba su mente y ahora con la presencia de Boun se volvía más fuerte.

Porque en su mente Prem fantaseaba en que pasaría o qué haría si el peli blanco apareciera y entrará queriendo tomar eso, su virginidad.

Y es que no podía negarlo, siempre que veía al mayor en su faceta de custodio, o sea protegiéndolo, causaba estragos que el menor no podía controlar, viéndose siempre más atractivo a sus ojos.

-Y pensar que te odiaba- se dijo sonriendo, miró la puerta por última vez y se acomodo para dormir, sabiendo que el mayor no haría lo que su mente y cuerpo pedían.

Imágenes poco santas pasaron nuevamente por su cabeza, donde Boun lo hacía suyo de la manera más tierna, pero a la vez ruda que podía, no fue consciente de cuando sus manos llegaron a su duro miembro, apretándolo, suave, notando el calor y lo húmedo que estaba.

-Boun...- ronroneo, cerró los ojos, imaginando que era este quien estaba ahí, con él, tocándolo y provocando aquel calor, que amenazaba con quemarlo.

Daba vueltas y vueltas en la cama, buscando la posición correcta para poder dormir, pero no la encontraba, tenía una mezcla de emociones en el cuerpo que no le permitían tener el descanso que necesitaba.

Estaba molesto con los imbéciles que habían creído que podían tener algo de su protegido.

Feliz de saber que Prem confiaba en él.

Asustado de lo que se le venía, cuando la verdad tuviera que ser revelada.

Y excitado de imaginar al pelinegro sucumbir entre sus brazos, mientras él se hundía en lo más profundo de su cuerpo.

-Demonios Prem, me tienes en verdad en tus manos - sonrió, se sentó en cama y suspiro, así no podía dormir, tendría que darse una buena ducha fría primero.

El pitido de un mensaje resonó por la habitación, lo tomó notando que era de Prem, desbloqueo el móvil y abrió el mensaje.

[Me Puedes Ayudar?]

Se levantó rápido y luego de ponerse un pantalón del chándal salió, hasta la habitación de su adorado, golpeo suave, ya que tampoco era la idea despertar a todos los demás.

-Adelante!-

Y si tan solo Boun se hubiera imaginado lo que vería, no le había sorprendido tanto, aunque tampoco se quejaría.

Cerro la puerta poniendo el seguro y de paso apagado su móvil, el cual dejó sobre la mesa de noche.

Paseo sus ojos por la imagen frente a él, dándose al fin el gusto y deleite de verlo completo, el cuerpo del Prem era el más hermoso que Boun en su vida había visto.

Con ese toque canelo, fino, pero a la vez fuerte, con esa pequeña cintura y esas piernas que lo enamoraron a primera vista.

-Prem...-susurro.

-Me ayudas a bajar esto, Boun- y si la sola petición era ya algo excitante, el oír, ese tono excitado, seguido de su apodo, terminó por prenderlo, el calor envolvió su cuerpo y su miembro se levantó de golpe, doliendo.

Es que ese niño era cruel de la buena manera, porque no solo estaba pidiendo que él lo tomara, sino que estaba desnudo sobre la cama, con las piernas ligeramente abiertas, mostrando eso que desde este punto sería solo suyo, masajeándolo, viéndose brilloso y dejando el ambiente lleno de ese aroma que hizo a la cordura y sentido común, él poco que tenía, desaparecer de su cabeza.

-¿Estás seguro?- si muy caliente, pero no quería que aquello fuera solo algo producto de las hormonas.

Se levantó de la cama y a paso felino llegó frente al mayor que no despegaba los ojos de su cuerpo.

Se acercó hasta quedar casi pegado a su rostro, pudiendo sentir claro la fuerte y cálida respiración del mayor.

-Quiero que sea tú, mi primera vez, Boun - que sí tuvieron que repetírselo? No, o sea, ni loco perdía un segundo más, si Prem quería ser parte de su vida a voluntad, ni loco le decía que no, o lo hacía esperar más.

Lo empujo suave hasta llegar a la cama donde lo dejó quedando él encima.

-Prem...- quería decirlo, hacerle saber al menor quien era antes de tomarlo, no quería iniciar con una mentira tan grande de por medio- yo ...-

-Lo que sea, estoy seguro de que puede esperar un poco más, no crees?- sé roso sin descaro, haciéndole notar la urgencia que tenía, y el mayor ya no lucho más, bajo lento hasta tomar los labios de quien desde ahora sería su vida, se abrazó a la cintura del menor, mientras las manos de Prem se fueron directo al trasero de Boun, apretándolo.

Y es que, por qué fantasear con hacerlo cuando en realidad podía hacerlo, así que armandose de valor le pidió subir, y cumplir así cada una de esas fantasías.

-Desde ahora eres mío, nadie más puede mirarte y tú no puedes querer a nadie más- el menor sonrió, ese lado posesivo era sin duda atrayente.

-En ese caso es lo mismo para ti Boun, solo mío - le acaricio la mejilla y paso su pierna derecha de forma bastante sugerente por las del mayor, acariciándolo.

-Me parece...-

Mientras en otra habitación en la otra esquina de la casa.

-Ya no...- apretaba las sábanas con fuerza, al igual que los ojos, el menor sin duda podía sacar lo más pervertido del con solo un beso y unas cuantas caricias, más si estas eran sobre su miembro- Ruki...-gimió, quedó.

-Aún no Reita, quiero jugar un poco más - dijo meloso, sensual, volviendo a su tarea de darle placer a su desde ahora "Algo"

-Carajo- su recargo su cabeza hacia atrás, dejando al menor hacer y deshacer en su entrepierna, sí que este trabajo le había traído emociones, y pensar que estuvo nada de no aceptar.

Por su parte el menor disfrutaba, en cuanto subió a descansar, el mayor apareció con la excusa de hablar, de algo, pero en realidad la idea era otra y él solo se dejó llevar, entregándose a aquel hombre que a punta de paciencia se había ganado su corazón, y ahora también su cuerpo.

-Espero estés listo para seguir mi igualita- acomodándose sobre el mayor que solo miraba con deleite el hermoso cuerpo sobre el suyo.

-Siempre- tomando su cintura para ayudarlo a acomodarse mejor sobre su miembro, sintiendo como este entraba lento y apretado -Oh! - que si podía acostumbrarse a esto? Claro que sí y por dios que lo haría.

Y si bien Yoongi pensó en intentar retomar aquello con su pareja, prefirió dejarlo descansar por ahora, había sido un día de muchas emociones y no todas habían sido buenas.

Se acomodó mejor y cerró los ojos buscando que el sueño llegara a él, pero el rechinar de la puerta abriéndose lo alertó, abrió los ojos viendo como esa cabellera blanca aparecía.

Sonrió ladino y espero paciente a que su invitado entrara por completo.

-Creí que dormías?-dijo ronco.

-No tengo sueño- respondió el menor suave, Yoongi se levantó y caminó hasta donde Jimin estaba apoyado en la puerta, con la mirada brillosa y mordiendo su labio.

-Y de que tienes ganas?- subió sus manos hasta la cadera del menor, que se aferró fuerte al pecho desnudo de Yoongi.

-De ti- dijo sobre los labios del mayor, despertando todo un mar de emociones- quiero sentirte dentro de mí -

El plan de dejarlo descansar salió volando por la ventana, el plan nuevo, era hacerle el amor a ese jovencito hasta que entendiera que desde ahora le pertenecía a Agustd.

¿Noche movida dices tú? Claro que sí.

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*Sexy, Little, Lover*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora