29.:Mi Gatito:.

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*

Los días pasaban tristes, los dos hermanos se mantuvieron en sus habitaciones bajando solo para comer, los dos pasando por un momento doloroso, uno por voluntad y el otro por una mentira.

-Que haremos Jay, esto no puede seguir así-

-Los sacaremos de aquí, tenía planeado que nos instaláramos en otro país por un tiempo- tampoco le gustaba ver a sus hijos así, por lo que había pensado en alguna solución, al menos algo que los distrajera.

-Supongo un cambio de aire les hará bien-

Esa noche, en la cena, ambos le dieron la noticia a los chicos, mismos que no supieron cómo tomarla, se miraron como buscando algo en otro.

-Será por algún tiempo y claro al lugar que ustedes elijan- los pensamientos de Prem viajaron rápido hacia Boun, si se iba ya no lo vería, aunque ahora tampoco lo hacía por voluntad, mientras los de Jimin no sabían dónde buscar, nada tenía aquí, ya que si sabía donde estaba sepultado Yoongi.

-Chile - dijo Jimin - quiero conocer chile, dicen que es bonito en esta época del año- los demás se miraron y Jay asintió- no sé qué piensen...-

-Chile suena bien, argentina queda cerca siempre he querido ir allí- habló Prem- vamos a Chile-

-Arreglaré todo para que en unas dos semanas viajemos a Chile- Alin miró a sus hijos y suspiró, si por ella fuera haría suyo el dolor de sus pequeños.

Y fue así como casi tres semanas después, todo estaba listo y guardado, para viajar a aquel país en el que esperaban poder retomar su vida.

Vio los autos salir y quiso correr tras ellos, pero no debía, Prem le había pedido alejarse y él como buen enculado estaba usando todas sus fuerzas para cumplir, aunque lo estuviera matando por dentro, quería verlo, besarlo, hacerle el amor como aquella noche cuando el menor se entregó a voluntad a sus deseos, lo quería entre sus brazos.

Pero Prem se lo había dejado en claro que él no podía ser feliz a costa de la pena de su hermano, por lo que suspiro profundo y sonrió con pena.

-Adiós mi Prem, espero puedas ser feliz a donde sea que vayas-

Siete años tuvieron que pasar para que Jimin y Prem pudieran volver a sonreír, y nuevamente ser los hermanos Park, esos que parecían disfrutar la vida a concho, juntos.

-Seguros de esto?-

-Oh, vamos Ruki no me digas que ahora esto te da miedo?- y como era tradición, su amigo estaba ahí, solo que ahora ya no era por vacaciones, se había ido a vivir con ellos por un tiempo.

-No! Pero no sé si a Reita la idea le guste, saben como se pone...-susurrando eso último, ya que su novio, casi esposo, estaba solo a unos pasos leyendo, no se separaban, si el pequeño iba a la luna ahí estaba su iguana para cuidar lo que ya era suyo.

Les costó un poco, porque al padre de Ruki no hizo tanta gracia que su hijo tuviera un "amorío" con un custodio, pero conociendo bien el carácter y lo terco que era su retoño, se lo permitió, creyendo que sería algo pasajero, viendo con sorpresa como casi 8 años después aún estaban juntos y con planes de casarse.

Sin mencionar que Reita le había probado que su amor por Ruki era sincero, lo amaba a él, no lo que había detrás de él.

-Reita!- llamó Jimin, el rubio miró al peli naranja, en honor a su difunto amor- podemos salir con Ruki, sin ti esta noche?-

-¡No!- dijo tajante.

-Pero...-

-Puedes salir, pero no solos, no después de la última vez- en la mente de los menores pasó aquella escena donde borrachos tanto Jimin como Prem lloraron en medio de la pista recordando a Boun y a Yoongi- si quieren salir pueden hacerlo, pero voy con ustedes- Ruki miraba con ilución a su pareja, amaba a ese hombre.

-Tienes un punto- dijo Prem.

-En ese caso no hagas planes para esta noche, saldremos a bailar- el mayor asintió y sonrió, sintió el vibrar de su móvil, miro la pantalla y sonrió tecleo un poco y lo dejó sobre la mesa a su lado.

La música sonaba fuerte, les gustaba ese lugar porque siempre ponían esas canciones viejas y movidas que los hacían bailar, siendo la favorita, por alguna razón, Sexy, Little, Lover, de aquel viejo duo Modern Talking.

Reita miraba desde una posición segura como los tres se movían, aunque por obvias razones sus ojos avellana seguían una silueta en particular, esa que él era absoluto dueño.

Sonrió al notar que ya no estaba solo, sin duda eso le trajo recuerdos.

-Algo me lo decía- dijo bebiendo un trago- ¿cómo lo perdonaste?- mirando a su derecha.

-Aún no lo hago, si él no lo mata posiblemente lo haga yo- respondió de forma un tanto serio, sin despegar la vista del peli negro que se movía en la pista de baile.

-Te ha extrañado- vio la sonrisa en los labios del hombre.

-No más de lo que lo he hecho yo- suspiro.

-Tienes lo que te pedí?- dijo el otro a su izquierda, de su bolsillo sacó unas llaves y se las dio.

-Espero de verdad tengas una excusa increíble, porque de lo contrario te mandara a la mierda!-el peli menta sonrió ladino, sin despegar la vista de Jimin.

-No me voy de aquí sin él, Reita, así tenga que hacer hasta lo imposible-

Cuando Ruki miró a su pareja no esperó verlo con aquella gran sonrisa en su rostro, dejó de bailar y caminó hasta él, creyendo que coqueteaba con alguien.

Pero ni bien llegó a su lado, fue recibido con un beso que le quitó hasta el aire, señal clara de las intenciones de su pareja.

-Reita...-

-Nos vamos- dijo con el deseo reflejado en sus ojos, coqueto el menor paseo su mano desde el pecho del mayor hasta llegar a su entrepierna, misma que estaba dura- te necesito mi hermoso Amor- dijo sobre sus labios.

Camino rápido hasta los otros dos, que a regañadientes aceptaron, igual ya llegaban horas ahí, pasaban ya de las 3 de la mañana-

Cuando Prem llegó a su habitación notó un aroma diferente al que comúnmente había, encendió la luz y miró con sorpresa como sobre la cama, había pétalos de rosas, rojas.

-Pero que...- sintió esas grandes manos tomar su cintura y se giró rápido quedando entre los brazos y más aún con aquellos labios que bien conocía y que tanto había extrañado pegados a los suyos-Boun?-

-Hola Chico Sexy- y aunque no lo dijera su corazón salto feliz al verlo, y más feliz de saber que aún había amor en sus ojos, mientras Boun con solo ver esa coqueta sonrisa entendió que su pequeño no lo había olvidado.

Entró y encendió la luz, solo para caminar a paso corto y lanzarse a la cama, boca abajo, era lo mismo siempre, bailaba y debía, pero ese dolor no salía, siempre que la soledad lo rodeaba, sentía esa opresión, ni siete años había logrado sacar el recuerdo de Yoongi de su mente.

-Te extraño mi gatito- dijo ya con las primeras lágrimas asomando en sus ojos, se acomodó quedando sentado- como te saco de mi corazón?- puchereando.

-No lo hagas...- abrió los ojos y paso saliva, constantemente tenía monólogos consigo mismo, pero nadie respondía- no quiero que lo hagas-levantó la vista y su corazón se detuvo de golpe- hola mi Pequeño-

Porque después de siete años el fantasma de Yoongi se le aparecía.

Se levantó y caminó hasta él, con su mano toco su mejilla sintiendo lo tibio de esta, Yoongi tomó su mano y la beso.

-Yoongi...-en cuanto el mayor beso sus labios, supo que un fantasma no era, paso de la felicidad a la rabia, pero esta duró solo un segundo, porque el deseo controlo todo, bloqueando cualquier otro sentimiento, se aferró al cuello del mayor que profundizo aquel beso mientras sus manos se daban a la tarea de volver a tocar la piel del menor- pero...-

Ya después podría reclamar, había mucho tiempo para eso, pero ahora, solo quería volver a sentir a su Gatito.

Ellos solo querían volver a sentir a su Sexy, Pequeño, Amor.

*Sexy, Little, Lover*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora