Prólogo

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Rodeada por los Cárpatos, atravesando la lúgubre y fría Transilvania en dirección al sur se encuentra Valaquia.

El hogar de los vampiros en el mundo peligroso de los omegas, los alfas y los betas.
Valaquia fue el único lugar salvo después de la guerra jerárquica religiosa de 1600. Después de perder a su rey, se esperaba que el mundo ardiera y desapareciera, desde el primer ser sediento de sangre hasta el último humano vivo.

Lo suficiente ficticio para asustar pero realista para no pasar.

El origen de la salvación de los alfas vampiros y los omegas, la perdición de los betas.
Era él, el mayor secreto de Rumanía.

Cuando la batalla terminó, el hijo del Rey ordenó que todos los alfas y omegas de sangre pura sobrevivientes fueran enviados al castillo, lastimosamente la parte de los betas había logrado eliminar a cada uno de los Alfas y omegas puros existentes. Lo que llevo al hijo del Rey en su corto luto a ofrecer a todos los fieles de su padre un hogar.

Un hogar lejos del mundo.

El hijo del Rey les dió un refugio, comida, familia, seguridad y una buena vida a todos los vampiros.
El príncipe Jeon se convirtió en el defensor de los Alfas con colmillos, pero todo lo bueno que alguien como él hacía siempre tendría un precio; por supuesto que sí.

Sí Jeon Jungkook te dejaba vivir, tu vida se quedaba a sus pies. Su voluntad se haría sobre quienes una mirada dió. Sin excepción, sin opción, sin palabra ni objeción.

I: Jamás saldrás de Valaquia.

II: Jamás dirás "Drácula".

III: Jamás revelarás un secreto.

IV: Jamás te negarás a sus ordenes.

V: Jamás mandarás una carta.

VI: Jamás lo cuestionarás.

VII: Jamás dirás su nombre sin su permiso.

El incumplimiento de alguna de estas reglas solo tiene como final llevarte al plato de él, para mandarte directamente al infierno.

Cruzar los muros era una misión imposible, pero desobedecerlo a él era obligarlo a clavarte una estaca en el corazón y hacerte caminar sobre el fuego durante el tiempo suficiente para desear nunca haber nacido.

Tan pronto como respires sobre Valaquia, tu vida es por y para el Conde Drácula.

El primer y último sobreviviente de los alfas puros; el príncipe del deseo y la muerte, Jeon Ardelean Jungkook de Valaquia.

🦇

-A sus pies estoy, querida, brillante amor mío. A sus pies le ruego, cumpla mi desespero. Sollozo en silencio ante usted, con el corazón palpitante que devuelva mi sustento. ¡Qué será de mí! Una más, una más y no le encuentro. De tantas vidas que salvé, sálveme usted a mí; que estoy sintiendo que muero.

La luna estaba roja, hirviendo ante la fuerza con la que las lágrimas caían de sus ojos y los lobos aullaban ante cada jadeo.

Jungkook pensó que si se vería en un espejo sus ojos igualarían el rojo de la luna; pero eso sería estúpido porque desaparecería.

-No entiendo que sentido tiene esto, nunca me escucha- bufó-. ¡Estoy llorando! Debería saber dónde está, el color de sus ojos esta vez, si su cabello sigue-

La puerta fue tocada dos veces.

Jungkook volteó hacia Biam con las cejas fruncidas, el cuervo volteó el pico.

-Estoy seguro de que no es Nam, mátalo.

Los ojos del cuervo se veían dudosos, sin embargo, salió volando por la ventana.
Nadie interrumpía a Jungkook.

-Todo lo que pido hoy ante usted, es la gracia de su atención y su respuesta. Mi vida no tiene descanso y ahora pierde sentido sin él.

En el silencio sepulcral Biam llegó con las alas abiertas, posándose con tal elegancia respectiva del conde se inclinó hasta depositar una cantidad moderada de sangre fresca sobre un jarrón de plata.

El olor inundó las fosas nasales del vampiro, los ojos se le tornaron de fuego y los colmillos le ardieron.
No dejándose cegar por la tentación, clavó las uñas en la madera y su ruego pausó.

-¡Q-qué será de mí... maña...na sin su pron-ta aparición! Devuélveme a mi amado... a m-mi amado de cabellos dorados.

El sabor metálico fue quizás lo más satisfactorio que Jungkook había sentido en horas, estaba espesa y suficientemente fresca para calmar por unas horas la sed.

Tras las puertas de la habitación todo era un caos.
Jungkook había matado a un omega.

Y no era novedad que el Conde jamás veía a quien mataba, tan solo limpiaras una mota de polvo que él no ordenó; Biam, el cuervo de Drácula, te tomaría.

El problema es que no era cualquier omega, Jungkook había matado a su nuevo tutor.
Alguien totalmente ajeno a Valaquia.

-No estaba destinado a morir ahora. Es una lástima.

-¿Cómo puedes estar tan tranquilo?- Jin cuestionó- Habrá que inventar una muy buena excusa para su desaparición tan pronta. ¡Llegó hace una hora!

Namjoon se encogió de hombros y rió.

-¿Qué es lo que tanto te preocupa? Debes calmarte, es Jungkook ¿recuerdas? Todo está bajo control. Menos para quien falsificará las siguientes veinte cartas.

-¿Pedirá otro tutor? Dios mío, es tan estúpido.

-Perderás la cabeza SeokJin- Namjoon agudizó la voz, haciendo reír a su compañero.

-No sé porque estoy perdiendo el tiempo contigo grandulón.

-Me amas...

El peligris arrugó la nariz, sacándole el dedo medio. Por supuesto que lo hacía.
Namjoon lo vió alejarse con una sonrisa tonta en sus labios que se borró al pensar en el vampiro.

-¿Cómo piensas encontrarlo si matas a todo lo que se te pase por los ojos, Jeon? Tendremos que buscarte otro tutor.

-¿Por qué lo mandaron a tocar mi puerta?

-¡Mierda Jungkook!

-Señor Jeon por favor. ¿Por qué fue él quien tocó mi puerta?

Era un idiota. Jungkook era un idiota que aterraba al mismísimo diablo; pero no a Kim Namjoon.

-No lo sé, acabo de llegar- los colmillos le brillaron cuando abrió la boca para hablar, él sabía que diría- Lo haré ¿bien? Mandaré a Tortura a quien lo envió contigo.

Jungkook sonrió emocionado, sus ojos achicándose ante la imagen.

Torturar y empalar, tan satisfactorio.

-Envía una carta al chico de antes, el de hace tres años.

-¿Qué?

Tres años atrás, Kim algo, de Inglaterra había intentado localizar al superior de Valaquia, ofreciéndose como tutor sobre el Reino Unido a cambio de resguardarse.

La solicitud fue denegada por él mismo.

Nisiquiera se había preocupado por revisar la carta, que a su parecer estaba muy corta e inentendible. No había edad y contestarla era arriesgarse demasiado, los siguientes dos años estuvieron llegando cartas iguales.

¿Por qué llamarlo ahora?
No era seguro siquiera.

-Lo que dije, no cuestiones ¿recuerdas? Su insistencia ha comenzado a parecerme de alguna manera interesante, no queremos perjudiciales o sospechas. Quiero que lo traigan, luego me encargaré de él.

-No puedo negarme.

-No hay manera en el infierno.

🦇

Muchas gracias por estar aquí, espero que esta lectura sea de su agrado y pueda gustarles tanto como me gustó a mí escribirla.
Comenten y voten mucho ^^

°ximfacts
031023

VALAQUIA | KOOKV ⚰️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora