VALAQUIA | KOOKV ⚰️

Capítulo 18

El viaje fue rápido y corto para mis nervios disparados, Jeun me veía con una media sonrisa mientras intentaba hacerme plática.

-¿Es tu primera vez fuera?

-No- mentí un poco, si es que al viaje a puerta cerrada con Namjoon se le podía llamar una salida- No he estado muy lejos, sin embargo.

-Oh, te dejaré en el mercado central ¿bien? Solo debes de tomar una carroza para el castillo y esperar unos minutos hasta que se vaya para entrar, supongo.

(Pero que fácil salir, ¿no pensaste en el regreso? reverendo genio)

Estuve a punto de preguntarle si podía acompañarme pero deseché la idea tan pronto como la reflexioné. Si me había escapado, de alguna manera tendría que ser extremadamente cuidadoso.

-La gente está alborotada, les emociona ver al Conde.

Volví mi vista al Rumano y alcé las cejas con interés.

-¿No lo ven siempre?

-¡Qué bendición sería! Si tienes suerte lo verás, pero no podrás decir nada- fruncí el ceño confundido- El castillo y los Cárpatos, nadie puede  acercarse siquiera. Únicamente cuando sale por algún motivo importante se aleja de ambos lugares pero sigue siendo como un fantasma. Por ejemplo, si lo ves en alguna tienda de confección; no dirás que lo viste en una tienda de confección

-¿Por qué?

-¿Por qué...? Porque va a matarte. No hay una sola cosa de la que el Conde Jeon no sea consciente, todo lo sabe y de todo se entera.

Me acomodé en el asiento y asentí con supuesta tranquilidad. Por obvias razones tenía miedo y la ansiedad carcomía cada parte de mí ante la sola idea de un señor Jeon enojado por haberle faltado a su confianza.

Tenía miedo. Sin embargo, no podía evitar sentirme emocionado por lo que estaba por hacer.

Era la primera vez que sentía un golpe tan emocionante de libertad y adrenalina. Si bien de cualquier forma tenía un Alfa siguiendo mis pasos de cerca con advertencia, con Jungkook era un temor distinto y en algún ligero punto hasta agradable.

-¿Tu nombre? Ya llegamos.

Mordí mis labios y reí con nerviosismo.
Vaya, como se olvidan los detalles.

-Taehyung, Kim Taehyung.

(De Park, ugh)

Lo ahorraría pues aún no estábamos casados; dudo que lo lográramos.

-Me convence, valió la pena el viaje eh.

-Muchas gracias- reverencié- ¿Regresarás al castillo?

-Por supuesto, tengo trabajo qué hacer.

Me despedí de Jeun con una sonrisa chiquita y agradecida. La puerta fue abierta y de inmediato la luz del día me tocó, hasta entonces pude ser consciente del ruido y el movimiento.

Me sentía tan pequeño y emocionado.

Si Jeun hubiese sabido que era la primera vez en más de treinta días que recibía un rayo de luz que no fuese una candela del castillo no habría movido un solo dedo cerca de mí. ¿Quién en su sano juicio se atreve a retar a Jungkook?

Solo mi altanería, probablemente.

No fue una sorpresa encontrar gran parecido entre Valaquia e Inglaterra; a diferencia de toda aquella elegancia gótica y la sencillez barroca muy propia del lugar. A pesar de eso, para el tiempo de encierro que había tenido el ver a mi alrededor fue una agradable e intrigante sensación de desahogo.