El viaje se había alargado por problemas mecánicos aparentemente. Decidí cambiarme de vagón antes de sofocarme, por lo que ahora un hombre, una mujer y un niño me acompañaban.
El ambiente iba tornándose más frío y cada vez habían menos personas en el ferrocarril. Mi plateado reloj de bolsillo marcaba las siete de la mañana del cuatro de mayo.
En menos de doce horas estaría allí, atravesando los Cárpatos; llegando a Valaquia. Después de tres años de soñarlo, era irreal.
(Alfa, alfa)
-Él estará bien- suspiré-. Solo nos iremos por un tiempo, él podría cambiar mientras volvemos.
(Tonto)
-La culpa no podrá conmigo esta vez.
Rumanía era un lugar rústico. Cada camino por el que pasábamos estaba adornado de árboles y grandes construcciones de piedra, el lugar estaba oscuro, casi tétrico a pesar de la hora. Ligeras luces de velas que alumbraban las pequeñas casas.
Mentalicé el camino, deseando poder fotografiar tanta belleza. Algunas cabañas estaban hechas añicos, producto de las contantes guerras.
Frente a mí iba un hombre joven, de aspecto elegante con la mirada puesta sobre mí.
(¿Nos vemos mal?)
Me sonrojé de inmediato gruñendo y él se rió.
No quería caer en ningún intento de coquetería porque no atribuía mucho a mí mismo.Llevaba puesta una camisa blanca de mangas anchas, un corset negro bordado con cruces blancas a los lados apretando delicadamente mi delgada cintura, unos pantalones de tela celeste adheridos y sobre ellos una falda gris delgada sostenida por el corsét, larga para caer sobre mis rodillas y corta para dejar disfrute de mis botas negras.
Seojoon odiaba que usara cualquier tipo de pantalones, aún si no tenía problema con los vestidos la comodidad que ofrecían mis piernas cubiertas era mi favorita.
-¿De dónde viene?
El hombre preguntó entrelazando sus manos en un acercamiento.
-¿Le interesa?
-No se ven personas tan preciosas por estos lados.
-Claro- reí suave-. ¿Usted es de acá?
-¿Le interesa?
No pude evitar reír con una mano sobre mi boca.
-Touché, Inglaterra.
-Oh, claro que sí. La belleza abundante, soy de Bucarest, salí por un viaje de negocios.
-¿Siempre es así?- cuestioné.
-¿A qué se refiere?
-Rumanía. Luce bastante tétrica y sombría, sin ofender.
-Y no lo hace- me sonrió- Una vez aquí uno se acostumbra, no es que sea extremadamente oscura como todos lo hacen ver. Simplemente es pacífica, no nos interesa ningún tipo de disturbio mayor y preferimos que un silencio mortal gobierne.
-Oh, es interesante.
-Lo sé, ¿viene a Bucarest también?
Tomé dos segundos para pensar sobre lo que diría; no quería otra reacción como la de las señoras anteriores.
Mi mirada se dirigió a la mujer y el niño que bajaron en lo que parecía ser la penúltima parada.-Parece que nos bajaremos juntos.
Carraspeé sonriendo levemente. No lucía como una mala persona, llevaba puesto un traje victoriano común, en sus manos un maletín y un reloj de bolsillo más antiguo que el mío.
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VALAQUIA | KOOKV ⚰️
Poetry↠1897 Kim Taehyung es enviado a Rumanía a contribuir con las tutorías coreanas del Conde, con un rosario en la mano y un diario taquigrafico digno de la época victoriana lo que menos esperaba era caer en manos del dueño de la sangre, la eterna vida...