Capítulo 22

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comenten mucho TT

El tiempo transcurría de una forma especial en Valaquia y eso no se debía a una alteración específica del lugar, ni nada como eso.

El solo silencio que causaba el distanciamiento del castillo hacía que los días no pareciesen tener principio ni fin y el estar encerrado en la habitación con nada más que inmuebles innecesarios empeoraba mi paulatina desesperación.

Suspiré con resignación y caí de espaldas sobre la alfombra.

Necesitaba sacar información sobre el recuerdo, solo debía encontrar la forma de hacerlo discretamente; pues que el Conde Jeon se enterara de su error no era buena idea.

-Nunca vi un páramo, nunca vi un mar. Todavía sé como se ve el brezo y que ola debe ser...- recité, perdido en el aburrimiento con los ojos cerrados- Nunca hablé con Dios, no visité el cielo...

-Sin embargo, estoy seguro del lugar como si la tabla fuera dada.

Tomé asiento de inmediato dirigiendo mis ojos a Jungkook que se escondía tras la puerta. Sus ojos rojos brillaban en la sombra y sus talones estaban aplastando su larga túnica negra.

-¿Lo conoces?

-Claro, aún si no lo crees precioso, pasé horas leyendo poesías en el silencio de mi castillo.

Crucé mis piernas y ladeé la cabeza con un pequeño puchero. Era un poco lamentable mi intento de capturarlo con un poco de ternura y sin embargo, pareció funcionar cuando su mirada destelló más e hizo ápice de invitarme a hablar.

-¿No puedo ir a la biblioteca?

-No Taehyung, debes mantenerte aquí hasta que te quede claro que no puedes desobedecer las órdenes que te doy; menos las que son para protegerte.

-Ya lo entendí- insistí-. Lo juro, mi intención no era mala, además y tú deberías entender que no es fácil para mí estar encerrado todo el día aquí.

-Pero ya te acostumbraste.

Distinguí en su oscura expresión un sentimiento extraño de incomprensión.

Después de todo, por su propia naturaleza y diferencia a las jerarquías normales no sería una novedad muy grande que entienda de una forma más compleja las emociones de otras personas.

Soltó un exagerado suspiro que me sacó de mi mente, me levanté y salté sobre la cama palmando mi lado derecho.

-¿Quieres que tome asiento a tu lado?- asentí-. Oh, dame un momento.

Lo vi salir. Biam llegó a mi lado haciéndome saltar en un escalofrío; su pico soltaba pequeñas gotas de sangre.

-Oh Dios, aléjate.

(Y eso se convertía en un humano...)

Gemí con pesar apretando los ojos.

No sabía qué insinuarle a Jungkook para hacerle hablar y digamos que el punzante dolor de cabeza no era de ayuda. Por repetitiva vez, las pesadillas volvieron a mí la noche anterior.

En algunas caía y caía, con una rapidez incesante que se terminaba con el susto que me hacía despertar. Mi cuello dolía casi como si me estuviesen clavando con un martillo y empezaba a llorar.

En otras, muy poco concurrentes, un hombre sin cara con dos luceros rojos destellantes me mordía la yugular y seguido a eso me enterraba una espada en el pecho.

El último, era por mucho el peor. No se repetía tan seguido, sin embargo, me dejaba tan deprimido como si lo hubiese perdido todo al despertar.

-En la sala de empalamiento, Biam.

VALAQUIA | KOOKV ⚰️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora