El reloj había marcado las siete horas exactas, con los dedos de los pies entumecidos salí corriendo hasta la oficina de Jungkook, que para mi sorpresa no se encontraba solitaria.
No tuve tiempo de preocuparme por la descuidada actitud que llevaba y sin dejarlo hablar me posicioné tras su enorme silla, apresando su pecho entre mis brazos.
-¿Tae...?
-Lo siento- susurré.
Podía ver su rostro bañado por la confusión. Realmente, aún no tenía idea de la magnitud de sus dones por lo que traté de evitar a toda costa el mínimo pensamiento, bloqueando mi mente por si podía oírla.
-Hey, me siento alagado de estar entre tus brazos en este mismo momento. Sin embargo, sé que no es por una emoción repentina, ¿pasó algo?
Quise aclarar el asunto y advertir a mi lobo que estaba actuando por impulsos y no racionalidad, aún si estaba cuerdo. Pero se fue de mis manos en cuanto no aguanté más y hundí mi nariz en su cuello, aspirando todo de su fuente de olor.
Tan gratificante...
(Tenemos que decirle)
Amaneció agradable, el ambiente frío del castillo y una taza de té caliente justo frente a mis ojos, recibiéndome después de una larga noche sobre pensando. No obstante, una opresión en el pecho me impidió todo tipo de comida durante todo el día. Traté de ignorarlo, supuse que era consecuencia del tiempo encerrado, pero solo empeoró.
Pues el Conde Jeon llegó a mi mente y el dolor empezó. Me sentía ansioso, inseguro y preocupado; sin razón alguna. Evité hablar con Namjoon, tomé una ducha y me recosté sobre la cama recordando el momento en que esa rasgada memoria vino a mi mente.
-Precioso, me estás asfixiando. ¿Puedes hablarme?
Empezaba a pensar que lo mejor hubiese sido que Jungkook me borrase los recuerdos en ese momento, pues no paraban de llegar a mi mente y de una u otra forma me terminaban destrozando, haciendo pedazos cada parte de mí.
Dolía mucho, asfixiando mi mente como un llanto sin fin.
-No sé ni siquiera qué hago aquí, pero me siento tan t-triste contigo. No sé que es esto, creí que si tu... tu olor- carraspeé-. Que si tu olor podía calmarme q-quizás-
Un nudo cerró mi garganta de nueva cuenta y pronto me vi incapaz de seguir. El vampiro se levantó de inmediato y con su rapidez característica me tomó entre sus brazos, posicionando mi cuerpo completo sobre su regazo.
No podía parecer más correcto, para mi mente nublada por la desesperación.
-¿Qué está mal? ¿Has tenido un mal día?
Sin alejarme de él respiré profundo tres veces y me permití sincerarme.
-Me siento preocupado- susurré, casi con miedo-. Y triste, ansioso y todo... todo es acerca d-de ti...
Sentí su manzana de Adán moverse contra mi cabeza, el sonido tenso de su boca al pasar saliva y como sus latidos se dispararon hasta el cielo en el movimiento vertiginoso que hizo al alejarme. Hicimos contacto visual.
-Taehyung, hay algo de lo que quiero hablarte.
🦇
-No lo supongo, más bien estoy casi cien por ciento seguro de que fuera de Valaquia lo único que se habla sobre la Guerra de las Jerarquías es el triunfo de Drácula y su trágica muerte.
-Creo... que ha sido la persona mas alabada de todos los tiempos.
Jungkook rió seco, limpiando sus manos delicadamente en su pañuelo, elevé la mirada tan rápido como noté sus uñas largas sucias de lo que estaba seguro era sangre.
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VALAQUIA | KOOKV ⚰️
Poetry↠1897 Kim Taehyung es enviado a Rumanía a contribuir con las tutorías coreanas del Conde, con un rosario en la mano y un diario taquigrafico digno de la época victoriana lo que menos esperaba era caer en manos del dueño de la sangre, la eterna vida...