Dicen que la vida es frágil como el papel de seda.
No sé sabe en realidad que hay del otro lado pero varias experiencias que han salido a la luz hablan de seres hermosos que ayudan a dar ese paso a la trascendencia.
Jungkook es un ángel que es envi...
Sola en la cocina se queda asimilando lo que momentos atrás había sucedido. Sus manos están frías y se toca el cabello como para tranquilizarse un poco. Camina titubeante rumbo a su recamara su mundo giro de manera inesperada.
Por su parte Jungkook desaparece y se va a lo alto del edificio de la biblioteca, ahí le cuenta todo lo sucedido a Jimin y este solo se dedica a acompañarlo en ese duro golpe que recibió. Lo ve muy afectado pero sabe que no puede hacer mucho por él, toca su hombro como consolando a su amigo quien tiene la vista fija en un punto hacia la nada. Después de un rato en silencio vuelven a su rutina, las almas tienen que seguir siendo encaminadas hacia su destino. El trabajo de ángel no podía ser interrumpido y eso lo tienen en claro.
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Los siguientes días son largos para ambos, Megan empieza a echarlo de menos, comienza a frecuentar uno que otro lugar donde estuvieron, el mercado de frutas, las escaleras del hospital. Pero Jungkook no está y no aparece. Ella esta distraída en todo lo que hace, no puede dejar de pensar en él y extrañarlo. Recuerda esos profundos ojos y el contraste de su cabello negro con su piel, sus labios que solo una vez había podido sentir, cada imagen en su mente la va golpeando en su corazón, lo extrañaba tanto, quería verlo muy en el fondo quería volver a verse en su hermosa mirada.
Es una noche lluviosa y ella mira por la ventana de su casa, las luces de la calle están encendidas y se escucha el golpear de las gotas de la lluvia que cae, de pronto ve la pelota de Bam salir saltando de una parte de su estancia, por más que se esfuerza en tratar de ver a Jungkook, este no aparece, solo su perro está ahí quien sale disparado a tomar con el hocico la pelota con la que juega. Eso la pone triste pero comienza hablar, sabe que él la puede escuchar.
-¡Hola!..., ¿Jungkook? ¿Estás aquí?- un trueno acompañado de fuerte aire hace que se abra una de las ventanas, se dirige hacia allá pero no hay nadie, percibe el olor a tierra mojada y respira hondo llenando sus pulmones, cierra la ventana y se va hacia su habitación.
La noche es algo fresca por la lluvia que cae, Megan se quita la bata que cubre su cuerpo quedando en pijama, Jungkook está detrás de ella pero no le permite verlo, Megan siente la presencia de él y como sus manos tocan sus hombros desnudos, siente como pasa la mano por su cuello y el rose en su rostro.
-Déjame verte- le pide ella con voz suplicante mientras se gira para quedar de frente.
Pero este no se hace visible, Megan intenta abrir sus sentidos para poder verle y lo busca con la mirada por toda la habitación pero su esfuerzo es en vano, Jungkook no será visible para ella no por el momento.
Finalmente se da por vencida y va hacia su cama para intentar dormir, si antes le costaba trabajo conciliar el sueño después esos días los insomnios se volvieron mucho más frecuentes. Se mete entre las colchas y se gira sobre su lado izquierdo.
-Quédate conmigo... quédate hasta que me duerma – Dice Megan hacia la nada, esperando que él la escuche.
Jungkook se recuesta a un lado de ella y coloca su brazo para poder abrazarla y ayudarla que esa noche pueda dormir tranquila, Megan lo siente, siente el toque de él y de cierto modo le agradece que este ahí aunque no lo pueda ver.
