Capítulo 8- Claro... Amigas, si...

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Me mantuve en silencio casi todo el viaje de regreso al departamento, viendo por la ventana y tratando de no gritar. Estaba muy enojada conmigo misma y con Klaus por forzar toda esa situación. Andrew tampoco dijo mucho, pasó la mayor parte del viaje jugando con su teléfono.

—Amor, date un baño y voy a leerte un cuento si? Entra— dije a Andrew en la puerta de la casa pero él se mantuvo firme, parado a mi lado mientras veía fijo a Klaus.

—Drew? Anda entra— insistí.

— ¿Él se quedará?— preguntó Andrew señalando a Klaus alzando la barbilla, Klaus enseguida esbozó una ligera sonrisa.

—No. No lo hará — respondí.

—Bien. No te tardes…—

Enseguida  que Andrew entró al departamento, me acerqué un tanto más a  Klaus y le pegué  una palmada en el pecho.

—¿Auch?— preguntó haciendo obvió que no lastimé ni un poco. El pecho de Klaus era una roca.

—Enloqueciste? Cómo se te ocurre aceptar por mi la invitación de Alison?— reclamé gritando bajo para que Andrew no me llegase a escuchar.

—No le vi nada de malo Sam— respondió muy tranquilo. Le volví a pegar, está vez en el brazo.

—Hello? Tierra llamando a Klaus… Alison se casará con Leo, Leo Stewart, mi ex…—

—Y?—

—Y? Es súper raro que la ex te ayude a comprar el vestido de novia. Ni siquiera entiendo cómo se le pudo pasar por la cabeza a ella… Diablos en serio no quiero ir —

Klaus sonrió. Me acerco a su cuerpo y depósito un corto beso en mis labios al cual no me negué.

—Te ves super sexy cuando estás enojada Sam, ¿ sabes?— dijo rodeándome de la cadera y acercándome a su cuerpo. Klaus comenzó a besar mi cuello.

—¿Es por eso que te la pasas molestando me cada que puedes ? Quítate — dije empujando lo gentilmente lejos de mi.

—Si no quieres ir, no vayas, inventa algo. Solo digo que creo que sospecha — dijo Klaus cruzándo se de brazos y recostándose de la pared.

—¿Sospechar que cosa o qué?—pregunté confundida. Klaus cambió totalmente su expresión, cubriendo su rostro de seriedad.

—Tu y Leo…—

—¿Qué? No hay nada entre Leo y yo…— digo riendo.

—Yo sé eso, pero… es más que obvio que Leo está muy celoso de nosotros…—

—Leo no está celoso, Klaus. Está enojada. Llevé a su casa a un… bueno no eres santo de su devoción estando o no juntos tú y yo—

—Si pudieras eliminar a alguien con la mirada no estaría hablando contigo ahora — comentá.

—¿Ves? No son celos. Conozco a Leo, sabría enseguida si estuviera celoso —

—Alison debe pesar lo mismo que yo…— comenta.

—No lo creo… pero si es así… si Alison cree que pasa algo, ir con ella a buscar vestido no sería mala oportunidad para hacerle ver que ya olvidé a Leo y que sólo quiero que sea feliz — dije

—De nada — dijo Klaus con una hermosa y amplia sonrisa.

Conectó sus labios con los míos en un peso suave que fue tomando forma a medida que su lengua se adueñaba de mi. Comencé a sentir el pulso a mil y las rodillas fallarme. Sus manos se posaron en mi trasero apretando, entonces me alejé de él.

Marcada: Jacobs, Stewart, Schmidt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora