Capítulo 17- Esa es mi princesa.

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Fordham consiguió mi alta casi enseguida, si Klaus lo había enviado era porque confiaba a plenitud en sus capacidades pero me mantuve alerta ya que no lo conocía de nada y nunca me lo había mencionado antes.
Fordham me brindó una gabardina marrón la cual coloque encima de la bata del hospital. Me entregó mis documentos en una bolsa. Mi celular destruido. La tensión en mi cuerpo subiendo y la voz de Drake susurrando.

—No confíes mucho en nadie princesa… yo confiaba y mira lo que me hiciste — decía.

—Callate—

—Perdón?— preguntó Fordham creyendo que hablaba con él.

—Nada, nada—

Respiré en paz una vez vi a Yuri esperándonos al lado de un auto en la salida trasera del hospital por donde decidimos salir al percatarnos que no sólo la policía seguía allí sino también que la prensa había llegado para tener los detalles de la masacre de West Street como ya le titulaban en todas partes.
Durante el camino sólo podía pensar en mí hijo y en cómo debía estar sintiéndose Leo al ver todo eso en la televisión y las redes sociales.

—Desvía te aquí. Debo ver a mi hijo— ordené a Yuri.

—Tengo órdenes de llevarte con Klaus, Sam— dijo él.

—Ya me oíste. Será solo un momento, porfavor no podré estar en…—

—No digas más — respondió llevándome rápidamente a casa de Leo y Alison.

Noté ni bien ingresamos a la calle un extraño ambiente. Demasiada gente extraña.

—Son nuestros, tranquila— dijo Yuri al notar mi rostro angustiado.

Nos estacionamos frente a la casa. Corrí hasta la puerta la cual se abrió ni bien pise el pórtico. Leo corrió hasta mí, me tomó entre sus brazos y me apretó fuerte contra sí. Me lastimaba la herida del hombro pero me trague el dolor para no asustarlo.

—Sam… Gracias a Dios estás bien. Me muero si te pasa algo Samantha… me muero — dijo con voz entrecortada. Detrás de él estaba Alison, enseguida me aleje de Leo. Ella me veía como cualquier mujer vería a la tipa que ronda la cabeza de su marido.

—Sam. Vimos todo en las noticias. Pero qué pasó?— preguntó ella, alertando a Leo quien disimuladamente se secó los aguados ojos con los puños.

No me dió tiempo a responder. Andrew salió abalanzándose sobre mí con lágrimas en los ojos y me odie por hacerlo pasar por esa angustia una vez más.

— Mami…. —

—Mi vida. Mi príncipe hermoso. No llores mi amor, estoy bien, ¿ves? Estará todo bien— le dije llorando al tiempo que forzaba una sonrisa.

—Si, pero qué pasó Sam? ¿Quiénes son estos hombres? ¿Vienen por nosotros? —preguntó Alison.

—No. Están aquí para cuidarlos. Lo mejor es que no salgan de casa hasta que les diga— dije.

—¿Cómo? Esto es por drogas verdad? Vendes drogas Sam?— preguntó una alterada Alison.

—Alison. No es momento— dijo Leo.

—No es..  no es momento?! La mandan a matar a todo el estilo de un ajuste de cuentas y me dices que no es el momento?! Abre los ojos Leo! ¡Está vende drogas! Por eso tiene tanto dinero— gritó Alison.

—¡Callate! No sabes lo que dices. Lo explicaré todo a su tiempo. Ahora cierra la puta boca y entra a tu casa— le grité de vuelta sin medir que Andrew aún estaba con nosotros.

—Sam!— llamó Yuri, era hora de irme.
Abracé a Andrew una última vez.

—La oscuridad nunca debe darte miedo Drew. Solo debe hacerte más fuerte para enfrentarla o abrazarla, de acuerdo? Nada de llorar— susurré a su oído. Enseguida se secó las lágrimas, me miró a los ojos y asintió con la cabeza. Le besé la frente.

Marcada: Jacobs, Stewart, Schmidt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora