Capítulo 2.

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Corregir exámenes era algo que debía hacerse con el debido tiempo, de forma concienzuda y minuciosa para garantizar una nota justa a los alumnos. Sin embargo, no podía concentrarse y hasta tenía ganas de dejar todo como estaba y correr a la habitación, donde tenía su portátil privada. Le costó horrores contenerse y terminar su trabajo primero, pero al final lo logró y suspiró aliviado: no había roto su profesionalismo, lo cual era algo de lo que sentirse orgulloso.

"Y como he cumplido con mi deber, ahora puedo consentirme con algo especial… ¡espérame, mi amor!" pensó alegremente al encender la portátil y entrar al stream de su favorito, Neon, cuyo directo había empezado hacía veinte minutos.

-¡Diablos, eso estuvo cerca! No sé cómo lo hacen otros, pero yo no puedo pasar esta parte sin morir al menos veinte veces antes… a ver… ¿alguien en el chat sabe como cruzar esta parte?

Su terreno era la literatura clásica, pero desde que veía a Neon se había informado sobre los videojuegos que más le gustaban jugar. En ese momento estaba pasándose uno de plataformas llamado Unwritten, conocido por su dificultad en conseguir todas las reliquias dispersas por los niveles; se hallaba atascado ante una parte con escaleras movedizas y monstruos eléctricos, y la solución a eso era conseguir un escudo eléctrico con duración de dos minutos. Rápidamente tecleó su respuesta: 

"Busca el escudo eléctrico debajo del primer tramo de escalones, debes hacer doble salto y romper el suelo para encontrarlo".

-¡Oh… es cierto, los escudos de elementos ayudan a pasar las fases complicadas!- exclamó Neon feliz al leer su mensaje.- Muchísimas gracias, TerrordelasLetras, como siempre me salvas de mi propia torpeza- rió mientras seguía las indicaciones y conseguía el escudo. Él se quedó ruborizado por la emoción de oírlo decir su nombre, y no atinó a poner ningún otro mensaje. Quería decirle tantas cosas que no alcanzaría a leerlas de seguro, porque había aumentado de seguidores y ahora eran unos cien aproximadamente. Eso era bueno, desde luego, pero…

"Vamos, no te pongas celoso por estupideces. Debería alegrarte que Neon tenga más suscriptores, de ese modo su popularidad aumentará y con ella tendrá más donaciones. ¿Acaso no se las merece? Es simpático, tierno y pone su corazón en cada partida. Por supuesto que merece reconocimiento".

"Pero nadie va a consentirlo más que yo" dijo otra voz más profunda en su cabeza, la voz abisal de los pensamientos que uno quería reprimir. No estaba obsesionado con Neon, pero sí le gustaba lo suficiente como para querer demostrárselo de la única forma que sabía.

-¡Alerta de donación masiva! Vaya, TerrordelasLetras, ¡te has superado a ti mismo! Muchísimas gracias por los cien, es… ¡maravilloso, oye! ¿Seguro que no te has equivocado? Como sea, te lo agradezco infinito. Te prometo que los usaré sabiamente para conseguir mejor equipamiento la próxima vez y así no morir tan seguido.

"No es nada, diviértete. Y si precisas más, solo dilo y te enviaré otra donación. Me gusta verte disfrutar lo que haces".

Neon sonrió pero no dijo nada, y continuó el nivel hasta obtener los tres tesoros requeridos para avanzar al siguiente. Le ponía nervioso que alguien gastara tanto dinero en verlo jugar, pero tampoco podía hacer nada para impedirlo. Además tenía un buen presentimiento sobre ese sujeto, el Terror, cosa que no le pasaba con todos sus suscriptores; sabía que muchos solo lo veían para calentarse con él, porque era atractivo incluso con su ropa vieja de entrecasa y sus pelos alborotados, pero no sentía que Terror fuera de esos. Nunca le había dicho algo obsceno, ni había hecho insinuaciones. Solo lo miraba jugar, le daba plata y le decía que quería verlo disfrutar.

"Lástima no conocer a alguien así en la vida real. Pero bueno, todo no se puede…"

-Listo, tres reliquias más a la colección. Ahora veamos, ¿quieren que haga el siguiente nivel, o mejor lo dejamos para el próximo stream?

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