Nathan se sentía nervioso ahora en presencia de Elaine Wilson, cosa que nadie más podía entender. Elaine era una alumna promedio, ni muy buena ni muy mala, y por lo general el profesor la trataba con una dureza extra para recalcarle la importancia de aplicarse en los estudios. Pero ahora parecía no querer ni mirarla a los ojos, lo que llevó a todo tipo de especulaciones entre los compañeros de carrera. No tenían manera de saber la verdad, que la rehuía porque era amiga de Neon y no quería arriesgarse a verlo de nuevo, así que algunos sugirieron que quizás estuviera enamorado de ella en secreto. Elaine se estremeció al oírlo.-La boca se les haga a un lado a esos cuervos. Lo único que me faltaba, ser el crush del Terror de las Letras. ¿Oíste eso, Frank?
-Lo oí. Un absurdo total- respondió su novio mientras engullía unas salchichas de su vianda.
-Exacto, un absurdo. Y además, ¿qué creen que pasará si ese rumor llega a oídos del profesor Price? Será contra mí con quien va a agarrarse, me castigará por difamarlo y ellos se quedarán tan tranquilos. Ah, ¡pero después que vengan a pedir mis apuntes, los voy a sacar a todos carpiendo!
-Bueno, cálmate, no es para tanto- trató de tranquilizarla Leo, que había ido a ayudarla otra vez con el reparto de viandas y se había quedado a degustar una.- Este tipo de cosas se olvidan enseguida, no le des más importancia que no vale la pena.
-Es que, escucha, ¡es muy feo que inventen rumores así sin la menor prueba! Para empezar es mi profesor, y eso sería un delito… o bueno, no un delito porque soy mayor de edad, pero lo dejaría en una posición incómoda con el consejo universitario. Y por otro lado yo estoy en pareja, por lo que no me hace gracia que me relacionen con otro hombre… ¡y menos con ese, por dios!
-¿Y por qué con ese es peor?
-¡Qué pregunta! Pues porque es viejo para mí teniendo él treinta y cinco y yo veintitrés, y además porque es un ogro. Está amargado con la vida, y lo último que quisiera es ser vinculada con alguien así.
-Bueno… si tú lo dices… aunque la edad no me parece tanta tampoco. A los treinta y cinco se es joven todavía.
-Sí, pero con un mal carácter como el suyo daría igual que tenga mi misma edad, no me agrada.- Elaine cayó en la cuenta de lo que estaba insinuando Leo y entrecerró los ojos.- ¿Por qué me dices todo esto, ahora que lo pienso?
-¿Eh? Pues, por nada en particular…
-¿En serio?
-¿Por qué te mentiría, Elle? Además yo ni lo conozco, no tendría por qué defenderlo o interesarme en él.
-Miente- intervino Frank bebiendo media cerveza de golpe.- Sólo mírale la cara, está todo colorado. Apuesto a que le echó el ojo al Terror el otro día que lo vio, ¿o no, Neon?
-¡Cállate, no es cierto!- exclamó tan nervioso que derramó parte de su propia cerveza. Elaine se tapó la boca.
-Oh. Por. Dios. ¡Frankie tiene razón! ¡Te gusta el profesor Price!
-¡Claro que no! Es solo… solo que…
-Madre mía, ¡no te molestes en negarlo que te he descubierto! Con razón llevas toda la semana ayudándome con las viandas en vez de preparar tus streams como siempre hacías, ¡vienes a ver si te lo encuentras a él!
Leo se sintió acorralado y se preguntó qué pasaría si le decía a Elaine la verdad, y que el profesor Price era uno de sus seguidores. Uno que llevaba días sin participar en el chat, mirando desde las sombras, como si estuviera avergonzado de existir. Entonces, por gracia divina o demoníaca, lo vio pasar a lo lejos con sus libros y su aire digno, cortando el aire con su sola presencia como si fuera un rey. No se lo veía altanero o terrorífico sin embargo, sino que parecía un poco alicaído, y un pequeñísimo suspiro escapó de sus labios. Entonces Elaine sonrió de oreja a oreja para luego exclamar:
-¡¡Lo sabía, él te gusta!!
-¡Te lo pido por favor, baja la maldita voz!- Le rogó furioso a su amiga, sin atreverse a mirar de nuevo al mayor. No sabía si le gustaba o no, pero sí sabía que no quería airearlo a los cuatro vientos hasta descubrirlo.
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Offline Love
RomansUn profesor universitario al que todos sus alumnos temen. Un streamer joven y entusiasta que no juega bien, pero lo hace con el corazón. ¿Qué lleva a uno a enamorarse perdidamente del otro? ¿Y de qué formas podrían ambos llegar a conocerse más allá...