Capítulo 14.

32 3 2
                                        


-Ha sido un gran placer conocerte en persona, sabes- reafirmó Leo un rato después, alzando su vaso con una sonrisa.- Brindo por nuestro encuentro y por ti, que eres un sujeto mucho más bueno de lo que dicen tus alumnos.

Nathan casi escupió su bebida de la risa, pero chocó su vaso con el de Leo y le agradeció, tentado.- Eso es lo más lindo que me han dicho en este lugar, ¡así que gracias! Yo brindo por ti y por tus streams, que cada día son mejores. Brindo porque tengas mucha suerte y sigas creciendo hasta ser el mejor de todos.

-Jeje, lo veo un poco difícil pero me esforzaré, te lo aseguro. He estado pensando en ideas nuevas para el canal, y en mejorar mi equipo. Gracias a todo lo que he ahorrado puedo permitírmelo, ¿sabes? 

-Qué interesante… ¿me contarías un poco más o ya te he retenido demasiado?

-Si me invitas a almorzar así puedes retenerme todo lo que quieras- aseguró el muchacho medio en broma y medio en serio. Nathan recogió el guante y sonrió, con más confianza de la que hubiera creído poder tener.

-Entonces quédate al postre y cuéntame sobre tu equipo nuevo, o sobre lo que quieras. Tu compañía es tan preciosa que podría disfrutar todo el día de ella.

Ese coqueteo invisible se quedó flotando entre ellos hasta que por fin se separaron, después de un buen almuerzo en la oficina de Nathan. Los dos tenían ganas de seguir hablando más y más de sus vidas para conocerse mejor, pero ambos tenían cosas que hacer. Nathan debía volver a sus clases, Leo tenía que ir a su trabajo como encargado de una tienda de electrónica en el centro comercial, y ambos supieron que si seguían estando a solas en una habitación, terminarían comiéndose a besos. No se lo dijeron, no tenían forma de estar seguros, pero en sus corazones lo sabían. Se habían gustado desde el primer momento y estaban flechados el uno por el otro, pero las circunstancias hacían difícil que se confesaran tan pronto. Tendrían que ser pacientes, pero podrían serlo ahora que habían aclarado todo y ya sé conocían físicamente. Intercambiaron números (Nathan casi se muere de la emoción, aunque lo disimuló) y se prometieron tomar con calma aquella reciente amistad. 

-No voy a traerte problemas aquí, donde tienes una reputación de terrorífico que debes mantener- aseguró Leo burlón.- Pero vendré a ayudar a Elaine con su emprendimiento, así que si te veo, ¿puedo saludarte?

-Puedes, desde luego. ¿Y a ti te resultaría molesto, ahora que me conoces en persona, que te siga donando dinero? ¿Te ofendería?

-Claro que no. Tu generosidad ayuda mucho a mantener mi canal vivo, así que sigue donando todo lo que quieras- respondió el joven, riendo y rodando los ojos de forma coqueta.

-En ese caso, ve eligiendo el teclado nuevo que mencionaste antes, ese con luces que querías, porque esta noche te donaré una cantidad récord. Es mi manera de celebrar nuestra nueva… amistad. 

Leo se despidió de él con un apretón de manos, pero por dentro sintió el impulso de abrazarlo de nuevo y besarlo fuerte. Le había dicho a Elaine que la idea de recibir dinero de hombres que lo deseaban lo hacía sentirse culpable, pero con Nathan no sentía eso. Probablemente se debía a que le gustaba, y a que esperaba gustarle también. 

Offline LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora