Eleven

357 35 3
                                    

Aaron Rivera

Sentía mi corazón latir demasiado rápido y no sabía por qué.

-Necesito que te relajes- Julio me tomo de mis hombros

-No sé porque me da tanto nervios-

-No importa que pasé en esta carrera ya estas registrado para la más importante- asentí

-Solo debo cuidarme- el asintió

-Entrega todo lo que tienes, pero regresa bien- asentí para despedirme de él

Hoy no sé porque tenía un sentimiento raro

Fui hasta donde mi hijo para besar su mejilla.

-Espera por papá, terminare esto rápido-

-Pa pá- sonreí cuando al fin lo dijo

-Exacto, papá- lo tome en mis brazos para abrazarlo

-Cuídamelo- mire a la esposa de Julio

-Aquí estaremos esperándote- me sonrió

Tomé mi casco y fui a subirme a mi auto.

Algo decía que no corriera, pero el dinero que estaba detrás lo era todo en estos momentos.

Ver el Autódromo Hermanos Rodríguez tan lleno era impresionante.

Se escuchaban los gritos de todo el mundo.

-Vamos a disfrutarnos la carrera- asentí mientras conducía a la meta

Ahí espere por las señales para arrancar.

-Vale empezamos bien- escuché a Julio

En la segunda ronda es cuando empezamos a tener más distancia de los demás.

-Tío esto no es Mario Kart-

-Las llantas no son las mejores- asegure

En las curvas me resbalaba un poco.

Intente mantener todo el tiempo el control del auto, pero las curvas eran el demonio.

-No la hagas tan abierta-

-Carajos es eso o tener un accidente- me queje

Me estaba enojando un poco y sé que no es su culpa.

-Continua que vas bien- lo escuche un poco más relajado

No sabía que puesto iba ya que todos los autos comenzaron a mezclarse.

-¿Me dices a quién tengo que pasarle?-

-34, coche negro- asentí para acelerar en la recta

No iba por el primer lugar, solo quería un poco de dinero y eso el tercer lugar me lo podía dar también.

Una hora más conduciendo hasta que terminamos.

Había conseguido el segundo lugar y eso era todo para mí.

Conduje hasta área designada, pero en segundo otro auto me impacto.

Se suponía que ya todos hubieran acabado y no estuvieran corriendo a alta velocidad.

Solo en mi mente estaba mi hijo.

Puse el freno de mano tratando de que mi auto dejara de dar vueltas.

Deje de escuchar todo lo que pasaba de fondo.

Cuando el auto se detuvo intente sacarme mi cinturón de seguridad, pero no salía.

Por mi hijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora