2.14

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Aaron Rivera

Caminábamos en las calles de la ciudad de México tomados de la mano sin importarnos si nos tomaban fotos.

Esta era nuestra noche.

-¿Quieres helado?- señale una tienda

-Si- sonrió como nena chica

-Vamos- la pegue a mi para pasar mi mano por sus hombros

Ella entrelazo nuestra mano para que no la soltara.

-¿Qué sabor te gusta?-

-Chocolate- respondió sin pensarlo mucho

-Compartiremos entonces- informe

No podía comer mucho dulce para mantener mi forma.

Compramos el helado mientras las chicas de la tienda no dejaban de mirarme.

-Esto es lo único que no me gusta- tome su mano para comer un poco del helado que tenía en su cuchara

-Sabes que si nos toman fotos mañana sería un problema- ella hizo un puchero

-¿No quieres salir en las noticias?- ella negó

-No sin que seamos algo oficial- asentí

-Eso se arregla en la mañana- coloqué mi mano en su cadera para seguir caminando

-¿Es cierto que no puedes tener sexo antes de una carrera?- me reí

-Es un mito, puedo tener sexo, pero claramente puedo amanecer muy cansado y contigo reina un polvo nada más no me vale, así que eres esa tentación que debo mantener a distancia por mi bienestar en la carrera- ella se rio negando

-Es bueno saber que soy tu debilidad- beso mi cuello

-Fer no inicies algo que no podrás soportar- le avise

-¿Por qué no lo soportaría?-

-Porque te amararía de mi cama y te daría tan duro hasta que fuera el próximo día y tuviera que parar porque tengo que buscar a mi hijo en su cuido- aclare

-Si lo pienso bien, me gustaría- levante una ceja

-Sabes recuerdo aquel avión en donde te tendría bajo mi cuerpo gimiendo mi nombre y ya lo cumplí- la aprete a mi

-Nadie nunca me lo había hecho como tu- la mire sorprendido

-Vamos a mi apartamento- camine más rápido a mi auto

-No podemos, tu carrera-

-Que se la chigue Julio- la subí al pasajero

Conduje con toda prisa.

Al llegar tome mi celular y lo llame.

Llamada

-Julio, no puedo buscar a mi hijo. Mañana lo recojo en su cuido- corte la llamada sin esperar que me respondiera

Abrí la puerta de mi apartamento con prisa mientras ella solo comía su helado mirándome expectante.

-Sabes que la tienes jodida esta noche- asintió con cierto coqueteo.

-Adelante- fui caballeroso por última vez en la noche

Al entrar cerré la puerta y la pegué a ella.

-Lamentaras mucho haber pedido este helado- baje las mangas de su traje para ver que no llevaba sostén, solo tenía unas flores del color de su piel cubriendo su pezón.

Por mi hijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora