Por mi hijo

Por Mi- 2.1

Aaron Rivera

De regreso de Cancún algunas cosas habían cambiado.

Julio me había convencido de apuntar a mi hijo en un cuido que lo ayudaría a desarrollar sus destrezas sociales con otros niños.

-Bueno mi pedazo de cielo hoy es tu primer día en el cuido- arregle su cabello

-Di- aplaudió emocionado

-Has crecido tanto- me le quede mirando

-Antes eras mi bebé y ahora eres un bebé un poco más grande-

Emilia ayer había llegado a mi apartamento para ayudarme con la mochila de mi hijo y prepararme mentalmente para la separación.

-Vamos- lo baje de la cama para que el caminara a mi lado.

Como desde pequeño el tomo mi meñique mientras esperábamos por el elevador.

Las puertas se abrieron dejándome oler el aroma de la mujer con la que he pasado años peleando.

-Buenos días- le sonreí

Ella tenía ropa deportivas.

-Buenos días- ella se bajó al nivel de mi hijo

Nunca me lo decía a mí.

-Pero que guapo estas hoy- ella acaricio la mejilla de mi hijo logrando que se escondiera detrás de mi

-¿Estas tímido hoy?- el asintió hacia ella

-Eres tan precioso- el salió detrás de mis piernas para tomar su mano

-Casi dos años más tardes me das la mano-

-Eres un chico difícil- ella le sonrió para ponerse de pie

-Que tengan buen día- salió del elevador

La vi caminar hacia las afueras del edificio.

-Vamos- ofrecí mi mano a mi hijo

Caminamos hasta mi auto en donde lo senté en su lugar para luego conducir hacía su cuido.

-No quiero que entres- lo abrace

-Pa- el me tomo de mis mejillas para rozar su nariz con la mía

-¿Estarás bien?- lo mire con un puchero

-Te buscare más tarde- lo deje frente a la puerta

-Vamos Alex- una de las cuidadoras tomo su mano

El camino sin mirar atrás

-Dios- solloce

-Me duele más a mí que a él- camine a mi auto

Antes de conducir me tape mi rostro para llorar.

Llore por dos minutos para luego ir a mi apartamento.

-¿Estas drogado?- la mire mal cuando me la encontré en el elevador

-¿Te caíste al despertar?- la mire mal

-Ya perdón, es que tienes los ojos muy rojos-

-¿No estarás enfermo?- negué

-Espérame aquí- asentí cuando me bajé en mi piso

No tenía idea porque la había esperado frente al elevador.

Ella apareció de nuevo con su instrumento para ver los ojos.

-Solo es irritación por llorar-

-Eso lo sabía-