Fourteen

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Aaron Rivera

La nueva nena era perfecta.

Su aceleración y freno lo eran todo.

Sentí como mi hijo saltaba en mi pecho.

-Papá requiere cinco minutos- susurre sin abrir mis ojos y fue mi error

Un cabezazo en mi cara hizo que despertara de golpe.

-¡Alex!- lo mire sorprendido

El estaba tranquilo sonriéndome

-Eso duele- me levante con cuidado de no tumbarlo

-Vamos a lavarnos la boca y ducharnos- lo tome en mis brazos

Aquí venia la lucha de cada mañana.

El odiaba que le limpiara su boca, pero tenía que hacerlo.

Su llanto lleno la habitación en segundos.

-Lo siento, pero debemos hacerlo-

-Hoy tienes que verte más hermoso- limpie su boca para ahora lavar la mía

Nos bañamos juntos y busque un atuendo en conjunto para los dos.

Hoy era su fiesta y solo quería que él la pasará bien.

Habíamos encontrado un parque de niño en donde todo el equipo iría.

Si, sé que Alex es el único bebé del grupo, pero no es mi culpa que ninguno de ellos siguiera la línea.

-Estas rodeado de solo viejo- cambie su pañal

-Pa- lo mire atento

-¿Qué deseas mi señor?- lo puse de pie para subir su pantalón

El abrió su boca.

-Se que tienes hambre, pero quedamos en desayunar con el equipo y luego ir a tu cumpleaños- acaricié su mejilla

Lo tome en mis brazos mientras que buscaba su mochila.

Sali de mi habitación y el destino al parecer solo quería jugar conmigo.

-¿Tú?- dijimos a la misma vez

-No es tan lindo verla en todos lados- cerré mi puerta

-Lo mismo digo- caminamos hasta el elevador

Ella hoy no tenía su bata blanca.

-¿No trabajas?-

-No tengo porque responder esa pregunta- asentí riendo

-Claro- nos bajamos en la recepción y nos separamos

-Ahí estas- Julio tomo la mochila de mi hijo

-Vamos a desayunar que el niño tiene mucha hambre- señale a mi hijo

-Sube al auto- asentí

-Hoy subí el video de nuestra conversación y eres la sensación de todo el mundo- reí negando

-Debes dejar de hacer eso-

Alex jugaba con mis manos.

-Tuve que subir un video del auto nuevo porque todo el mundo estaba interesado en tu nueva "nena"- me reí negando

Llegamos a un restaurante en donde para mi sorpresa ya habían ordenado por nosotros.

-Llego el príncipe- ellos aplaudieron hacia mi hijo

-Quisiera ser tan amado como mi hijo- hice un puchero para sentarlo en su silla

-Te queremos también- dijeron mirándome

Por mi hijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora