Capítulo 331: Tercer hermano cariñoso (1)
Ese viejo había hecho esto a propósito. Claramente le estaba diciendo que si quería todo el conjunto, tendría que traer algunas cosas buenas para intercambiar.
Gu Qingyao sabía que necesitaría usar muchos recursos para obtener el resto. El anciano podía decir que a ella le gustaba, y no le faltaban recursos. ¡Así que deliberadamente le había dado el collar más bonito para tentarla!
No importa. ¡A ella le gustó!
Siempre que fuera un buen artículo, no le importaba traer más cosas buenas para intercambiar.
Pero Gu Qingyao estaba pensando que este anciano probablemente sería más difícil de tratar en el futuro. ¡Tendría que preparar una buena comida, y tal vez podría obtener más tesoros de él!
¡Había conocido a un magnate!
Gu Qingyao se sentó en la cama, con un montón de brazaletes frente a ella.
¡Así es, un montón!
Probablemente había entre treinta y cuarenta de ellos. El más barato valdría 10.000 yuanes en el futuro.
El anciano le había dado el brazalete a cambio de unos bollos de carne. Se lo había dado casualmente, como si simplemente pudiera sacar otro y arrojárselo.
Parecía que los ancianos de este lado de la ciudad eran más ricos. También estaban mejor conectados y tenían más previsión. Así que habían escondido más bienes.
Sobre la cama había más de treinta pulseras, más de cuarenta anillos y algunos pendientes y collares. Los más valiosos de estos eran dos brazaletes de primera calidad que valdrían unos pocos millones en el futuro.
Gu Qingyao felizmente guardó sus cosas. Se sentía como si estuviera dirigiendo una joyería.
Pero el problema era que todas las cosas que había obtenido eran piedras preciosas o joyas de diamantes.
No había logrado obtener ninguna joya de oro.
Las piedras preciosas eran actualmente sin valor. Pero el oro era moneda fuerte y estos viejos eran muy astutos. No usaron nada de su oro. ¡Se lo quedaron todo!
Solo sacaron lo que actualmente era inútil.
Las personas que podrían producir tantas piedras preciosas probablemente también tendrían mucho oro.
Pero a Gu Qingyao no le importaba. Si no le dieron oro, ¡que así sea! Para ella, las piedras preciosas eran igual de buenas. En cualquier caso, a la familia Gu no le faltaba oro.
Antes de que viniera, el Padre la había traído para obtener parte de la riqueza de la familia Gu. Era más seguro dejarlo con ella. Por motivos de seguridad, el padre le había traído poco a poco gran parte de la riqueza de la familia Gu durante el último medio año.
Ahora tenía más de treinta cajas en su interespacio. La mayoría de ellos eran antigüedades, pinturas o caligrafía. También había dos cajas de joyas y cuatro cajas de lingotes de oro.
Padre dijo que había más en casa, pero que los habían escondido con un secreto aún mayor. Como habían permanecido sin descubrir después de tantos años, no los sacaría por ahora, sino que los dejaría allí.
Los antepasados de la familia Gu eran de una familia importante. La abuela era hija única y había nacido en una de las mejores y más ricas familias, por lo que la riqueza de la familia Gu era realmente formidable. A pesar de que se había perdido mucho, lo que les quedaba todavía era sustancial.
