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El omega al despertar, pudo sentir a su alfa a lado y eso lo puso contento. Cómo ambos ya estaban juntos, Jimin se mudo a la habitación de Jungkook y dormían juntos. Como una pareja.

El menor se levantó temprano admirando a su alfa aún dormir, ronroneó feliz al percibir su aroma. Con cuidado de no despertarlo se puso de pie y se dirigió al baño. Minutos después luego de hacer sus necesidades, volvió a la habitación acercándose a Jungkook para darle un beso cálido en la mejilla.

Como el omega estaba solo con la camisa de su alfa y unos boxers tomo sus shorts de dormir y se los puso, también se puso las pantuflas de gatito que Jungkook se lo había comprado. Salió de la habitación y bajo las escaleras encotrándose con la omega.

—Buenos días señora Suni — saludó.

—Jimin..— la omega sorprendida se acercó al menor —. ¿Por qué estás despierto tan temprano?

—Bueno.. — mordió su labio inferior evitando sonreir —. Hoy estaré todo el día con mi alfa y estoy muy emocionado.

—Oh.. ya veo.

Ambos omegas prepararon el desayuno y esperaron a que el alfa despertará.

Jimin se encontraba en la sala viendo alguna serie esperando a Jungkook. De pronto sintió su aroma y ladeó la cabeza en dirección a las escaleras. Un sonrojo se apoderó de su rostro al ver a su alfa con ese buzo un poco ancho, su camisa desabotonada y con el cabello despeinado. Que sexy.

—¿Desde hace cuanto estás despierto lindo? — pregunto el alfa.

Se acercó al menor y este lo abrazo contento aspirando su aroma.

—Desde hace mucho alfa — alzo la mirada para encontrarse con la de Jungkook, era un poco pequeño —. De hecho lo estaba esperando.

El alfa sonrió.

—Eres adorable.

Jimin jaló a su alfa en dirección al comedor donde Suni los esperaba. Los tres se sentaron comenzando a desayunar.

—Señor aprovechando que está aquí.. — mencionó la omega, miro a ambos y prosiguió —. Quería pedirle permiso para volver a Seúl por un tiempo. Hubo algunos problemas en mi familia.

—¿Es grave?

—Bueno, más o menos señor — frunció los labios.

—Esta bien, no te preocupes — no quiso indagar más allá por respeto a la mujer —. Puedes ir y resolverlos, tomate todo el tiempo que desees.

—Gracias señor — ella asintió agradecida.

Minutos después

Terminando de desayunar, Suni tuvo que partir ese mismo día ya que sus problemas no podían esperar. El omega triste la despidió junto al alfa, sus pequeños ojos ardían por las lágrimas. Desde que llegó a la mansión nunca se había separado de la omega y ahora que lo hacía, su corazón dolía.

『𝑯Í𝑩𝑹𝑰𝑫𝑶𝑺 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora