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Jungkook despertó más o menos a media mañana. Por ese día decidió no ir a trabajar, como el celo estaba reciente, sabía que su omega se pondría triste no tenerlo cerca.

Se aseguró de cubrirlo con con las sábanas para que estuviera cómodo. e puso unos pantalones y salió de la habitación con cuidado de no despertarlo. Bajo las gradas a pasos lentos encaminándose a la gran cocina donde encontró a la omega.

—Buenos días señor — ella lo saludo contenta.

—Buenos días Suni, ¿puedes preparar desayuno para Jimin?

—Claro señor — asintió, la omega de pronto sintió curiosidad y quería confirmar sus sospechas, por ello se atrevió a preguntar —. Señor no quiero ser entrometida, pero, ¿usted lo marco?

El alfa rió.

—Sí, Jimin ya es mi omega.

La vieja omega quería chillar de la emoción. Por fin su jefe tenía a un omega, uno que lo haría completamente feliz que en los últimos meses, ¿como lo sabía? simplemente lo intuía. No importaba si ambos no eran de la misma especie, solo quería que Jungkook y Jimin sean felices.

—Me alegro por usted señor — expresó su felicidad.

El alfa asintió agradecido.

Finalizando el tema, Suni comenzó a preparar varias cosas para el omega, sabía que tenía que alimentarse bien. Preparó una bandeja entera con fresas y malvaviscos untados con chocolate derretido. Sabía que era el dulce que más le gustaba al menor, también preparó hotcakes, su malteada favorita no podía faltar y para finalizar, pico varias frutas más.

El omega despertó.

Jimin abrió los ojos lentamente mirando los rayos del sol iluminando la habitación. Al no sentir a su alfa con él, se sentó y un quejido bajito y dolido salió de sus labios al sentir una leve punzada en su marca. Con los ojos cristalizados llevo su mano a su cuello tocando su reciente marca.

—Alfa..—Susurro bajo extrañando a Jungkook—. ¿Dónde está mi alfa?

El omega se miró a él mismo y vió que solo llevaba su camiseta de color rosa. Algo avergonzado busco sus boxers pero gimoteo al ver que estaban sucios y solo se quedó pataleando sobre la cama. Sintió otra punzada leve y sus ojitos se llenaron de lágrimas, la marca ya estaba cicatrizada, pero aún seguía un poco roja e hinchada. Soltó quejidos bajos llamando a su alfa, necesitaba tenerlo cerca por el dolor de su marca y más por su reciente celo.

『𝑯Í𝑩𝑹𝑰𝑫𝑶𝑺 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora