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Las cosas no iban mejorando, al contrario, todo empeoraba y la vida del omega y bebé cachorro con cada minuto que pasaba, corrían mucho peligro.
Taehyung trato de huir pero no pudo hacerlo, entre varios guardias, lograron encerrarlo en su habitación cerrando la puerta con seguro. El alfa golpeaba y gritaba sin parar para que lo dejaran salir, estaba desesperado.
—¡Yoongi!, ¡déjame salir! — vociferó por vigésima vez.
Yoongi bufo y se acercó a la puerta de la habitación.
—No lo hagas más difícil Taehyung.
—¡Debo ir con ellos, entiéndelo!
—Jungkook puede defenderse solo.
El guardia estaba apunto de irse, pero otro grito lo detuvo.
—¡Debo ayudarlo a proteger a Jimin! — aquel grito hizo que el choco diera un giro y se acercará a la puerta de la habitación.
—¿Que dices?
Taehyung suspiro, tratando de calmar su enojo y se apego un poco más a la puerta para que Yoongi pudiera oírlo con claridad.
—Jimin está en espera de un cachorro Yoongi..— explico impaciente, el guardia abrió los ojos perplejo —. Si mi padre se entera, es capaz de matarlo. Por favor, déjame salir.
Yoongi se pasó la mano por sus cabellos unos cortos segundos, estaba sorprendido. Todos en la manada sabían sobre la leyenda y ahora que se haría realidad, lo hizo temer un poco.
—¿Lo dices enserio?
—Si, por favor Yoongi, déjame salir.
Yoongi suspiro.
—Bien — suspiro rendido —. Pero iré contigo.
El guardia abrió la puerta dejando libre al hijo del líder. Taehyung estaba por transformarse e irse pero Yoongi lo detuvo.
—Espera Taehyung.
—No tenemos tiempo.
—Si te transformas y te vas corriendo como loco, llamarás la atención de la manada y será mucho peor.
—Pero así llegaré más rápido.
—Lo se, pero debemos ser discretos y no llamar la atención.
Taehyung bufo.
—Bien, entonces vamos en mi auto.
Ambos rápidamente se dirigieron al auto de Taehyung y sin más tiempo que perder se marcharon.
El alfa conducía a una velocidad un poco alta, quería llegar lo antes posible para poder ayudar a su hermano y proteger a Jimin, quien corría mucho peligro. Por suerte conocía un atajo para acortar las horas que les tomaría llegar.
