PAULAEl viernes no había sabido nada de Pedri hasta que el sábado por la mañana recibí un "buenos días" de su parte que me robó una sonrisa en pleno desayuno.
— ¿Con quién hablas?.- comentó Matteo alzando las cejas mientras tomaba de su batido. Sabía que era celoso y que eso iba como parte de su naturaleza como hermano, pero en cambio si me veía feliz se convertía entonces en mi más leal cómplice.
— Nadie.- apagué el móvil y reprimí mi muy evidente alegría.
— Anda dime.- dijo divertido.- ¿No confías en tu hermano acaso?.- Tal vez no lo suficiente para decirte que me estoy liando con tu amigo, joder.
— ¿Por qué me chantajeas?.- entrecerré los ojos inclinándome sobre la mesa.
— Dime o te quito el pase VIP para mañana.
— Vale está bien.- terminé accediendo cabreada. Desbloqueé el móvil abierto en el chat de Pedri y lo dejé frente a él con el mensaje de "buenos días" iluminando su sorprendido rostro.
— ¿Qué cojones?.- Matteo me miró totalmente en estado de shock y después soltó una carcajada.- ¿Cuándo ibais a confirmarlo?
— ¿De qué hablas?
— Que sois muy obvios.- dijo sin mucha sorpresa ahora.- Desde que has dicho que era tu paciente supe que terminaríais pillados el uno del otro.
— ¿Por qué?
— Pues... me duele admitir pero eres la guapa, maja e inteligente de la familia y bueno, Pedri es Pedri.
— Tampoco es para tanto.- dije.- Sólo estamos conociéndonos y así.
— Vale, lo que tú digas peque.- dejó su vaso en el fregadero.- Pedri es un buen chaval.
— Sí lo es.
— Bueno anda vamos que se hace tarde.
Hoy era la última sesión de fisioterapia con Pedri quién ya había comenzado a entrenar y al parecer su lesión había sanado por completo y volvería a las canchas mañana mismo, y yo no podía estar más feliz por ello, más aún porque lo había visto pasar por casi un mes ausente del deporte que más amaba en el mundo.
— Buenas.- dijo Pedri entrando a la sala de siempre, posando su mano sobre mi cintura y dejando un beso en mi mejilla.
— Pedri.- lo aparté un poco por el pecho. Siendo honestos, amaba tenerlo cerca pero seguía siendo un poco extraño ya que no era nada oficial ni para nosotros ni para los demás.
— Tranquila no hay nadie.- comentó pero aún así se apartó.
— Dame tiempo.- dije y comenzamos la sesión que ahora era realmente innecesaria ya que Pedri podía hacer todos los estiramientos y ejercicios sin problema, así que ahora me encontraba terminando su expediente clínico y una carta médica redactando que ya había sido autorizado su regreso.
— ¿Qué harás hoy?.- dijo Pedri jugando con los bolígrafos a lado mío ya que le había pedido que no dijese nada o perdería el hilo de lo que estaba haciendo.
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Anatomía de Tú y Yo - [Pedri González]
FanfictionPaula comienza un nuevo año de universidad en Barcelona, dejando a su bella y antigua Sevilla para iniciar una nueva etapa de su vida estudiando fisioterapia. Pedri, en cambio, es uno de los jugadores más aclamados de toda España y el mundo. Parecie...