Anatomía de Tú y Yo - [Pedri González]

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PAULA

— Estás de coña.- dijo Martha con sorpresa mientras salíamos de la última clase.— Tía, estás liándote con uno de los chavales más aclamados de toda Europa.

Había decidido por fin revelar mi pequeño secretito aunque sea a una de mis amigas porque tenerlo tan oculto se estaba volviendo cada vez más conplicado.

— ¿Y? ¿El polvo qué tal eh?.- dijo Martha alzando las cejas, tan directa como de costumbre.

— Joder...- me sonrojé.- De puta madre.- reí fuerte junto a ella mientras nos sentábamos bajo la sombra de un gran árbol.

— ¡Enhorabuena!.- aplaudió y soltó las risas más bizarras que había escuchado nunca.- ¿Y vais serios o no?.- abrió sus friturillas y me preguntó más seria.

— Vamos, a mí me encantaría.- comí una fritura.- Pero no lo hemos hablado aún.

— Mira, lo he visto ya en bastantes entrenamientos pero no lo conozco del todo bien ¿vale?.- asentí.- Pero parece un tipo muy majo, no parece el clásico futbolista presuntuoso y gilipollas.

—Lo sé, pero al final del día Pedri es Pedri.

— Y tú eres Paula, ¿qué hay con eso?.- preguntó con deje de enojo.- Será el deportista del siglo pero sigue siendo un humano más, cariño.

— Vale, tienes razón.- admití.

— Bueno, sabes que siempre puedes contar conmigo Pau.- le devolví la cálida sonrisa.

— Gracias Mar.- tomó mi mano dándole un ligero apretón.

La silueta de Ana acercándose a nosotras nos rompió un poco la terapia; venía corriendo casi que a la velocidad de la luz con el móvil en mano y una expresión indefinible plasmada en el rostro.

— ¿Y tú qué fantasma has visto tía?.- dije riendo, creyendo que lo que sea que dijese sería cualquier chorrada más como siempre hacía.

— Paula ¿qué coño es esto?.- me entregó su móvil y observé el artículo que iluminaba la pantalla pero de inmediato deseé no haberlo hecho; era una nota de revista con tres fotos de Pedri y mías besándonos en la playa aquel día de la cita.

Mi alma dejó mi cuerpo mientras leía el enorme título "¡Una más! El joven canario es captado con otra de sus conquistas. Se presume que es la hermana del nuevo fichaje del Barça, Matteo Castañeda".

— Mierda...- susurré y sentí mis mejillas arder con fuerza.

— Tienes que desmentir eso, sabes que los medios les inventan mogollón de cosas a esos pobres chavales...- dijo mi amiga sentándose a mi lado y abrazándome por los hombros.

— Soy yo.- confirmé y abrió la boca sin creérselo.- Iba a decírtelo justo ahora.

— Madre mía ¿Desde cuándo?.- preguntó sin dejar la expresión de sorpresa. Le conté todo lo que le había dicho a mi otra amiga y Ana escuchó con atención, pero ahora en vez de liberarme, sentí que la invisible soga de mi cuello me asfixiaba cada vez más.

— Tengo que irme.- les dije a mis amigas con una horrible sensación en el pecho.

— ¿Vas a estar bien?.- preguntó Martha preocupada.

— Sí, sí, sólo hablaré con Pedri.- dije antes de despedirme tratando de actuar como si todo estuviese perfecto, pero no.

Subí al cupra que mi hermano al fin se había dignado a prestarme para ir a la universidad. Mientras conducía hacia el departamento de Pedri mi mente no paraba de martillarme, sobretodo con el puto título de la nota. ¿Otra de sus conquistas? ¿Qué cojones? Recordaba que a Pedri lo había conocido precisamente el día que vi las fotos filtradas en la revista del aeropuerto y de pronto me sentí tan tonta por pensar que podía llegar a ser la única, por hacerme ilusiones tan rápido y dejar que entrase en mi vida con tanta facilidad.